Encabezó las listas de éxito en el mundo. Fue el sencillo del pop norteamericano de mayor venta de la historia y el primero con la certificación multiplatino.
Ganó tres premios Grammy, un American Music y un People's Choice Award,
entre otros muchos galardones nacionales e internacionales.
A la
altura de estas pocas líneas, casi todas las personas de las diferentes
generaciones saben que esa minúscula presentación define a We Are the
World, canción considerada icónica, histórica, célebre y de otras
dispares maneras.
Unos dirán que Stevie Wonder, y no Michael
Jackson, iba a ser el coautor del tema junto a Lionel Richie, o que el
Rey del Pop y el escritor de Hello y Say You, Say Me escucharon himnos
nacionales de varios países para lograr el estado de ánimo apropiado
mientras escribían Somos el Mundo, como es conocida en español.
Y
habrá quienes citarán fechas y competirán para demostrar que saben los
nombres de las celebridades participantes en el video, popularizado
mundialmente a una velocidad impensable cuando no existía YouTube, y
mencionarán a Bob Dylan, Ray Charles, Diana Ross, Bruce Springsteen,
Billy Joel, Stevie Wonder, Tina Turner, Cindy Lauper, Kenny Rogers,
Steve Perry, Daryl Hall, Paul Simon y Harry Belafonte.
Por otro
lado, hablarán de Barbra Streisand, Madonna y Prince, tres de los varios
ausentes, quizás los más grandes de todos, y de las razones para no
adicionar sus talentos a una producción en la cual no intervino tampoco
Eddie Murphy, mejor comediante que músico, porque estaba grabando un
disco cuyo nombre pocos recuerdan, aunque años después admitió haber
cometido un error.
Pocos dirán, sin embargo, que Belafonte,
también reconocido activista social, fue quien promovió la iniciativa,
que resultó una especie de réplica de la idea nacida en Reino Unido bajo
el título DoTheyKnowit's Christmas?(¿Saben que es Navidad?), donde
intervinieron integrantes de Queen, The Police, Genesis, Duran Duran, U2
y Spandau Ballet, entre otros músicos.
Harry se propuso reunir a
un grupo de los mejores intérpretes norteamericanos después de que, en
diciembre de 1984, vio en la televisión a Paul McCartney, David Bowie,
Sting, Bono, George Michael y Boy George juntos en el video de Do
TheyKnow…, una grabación organizada por Bob Geldof, cantante de Boomtown
Rats e igualmente con trayectoria como activista.
Ambos temas
tenían fines benéficos. Sus protagonistas intentaban concienciar acerca
de la hambruna en Etiopía, que vio morir a miles de sus hijos sin
reacciones solidarias urgentes de muchos países vecinos, y querían
recaudar recursos para evitar las escenas en noticieros con niños
desfallecidos o aves rapaces alrededor de personas muertas.
Sus
propósitos, sin embargo, superaron las expectativas, y en la geografía
británica y algunos recodos de Europa conminaron a volver la mirada
hacia el mal llamado continente negro, donde eran –todavía son- muchos
más los millones de ciudadanos necesitados de ayuda humanitaria.
Hasta
ahora, persiste el cuestionamiento respecto a si aquellos 'gestos
pop'sensibilizaron de verdad y ocuparon en gestiones caritativas a los
artistas y, principalmente, a los Gobiernos y organizaciones
internacionales, porque en pleno siglo XXI las penurias de la inmensa
mayoría de los africanos son casi idénticas a las de entonces.
Sin
embargo, está claro que, como siempre sucede cuando los artistas se lo
proponen, más que cantar, clamaron contra la pobreza, afinaron por la
paz e inspiraron a muchos que vinieron después, perturbados por la
tristemente célebre hambruna de Etiopía.
Tomado de Orbe
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