Se recrudece la violencia, la persecución y el desplazamiento sindical en Colombia. De los claustros educativos del corregimiento de Bilbao, municipio de Planadas (Tolima), diez docentes tuvieron que abandonar la región al ser amenazados por intermedio de panfletos ubicados a la entrada del colegio de este corregimiento, el pasado 5 de abril. Los profesionales de la educación se encuentran demandando de la secretaria departamental de educación del Tolima, solidaridad y sean reubicados con garantías plenas en su integridad física.
Por Agamenón
Cerca de setecientos niños y niñas han quedado sin la educación en estas instituciones educativas, es un S.O.S. que lanzan los mismos docentes desplazados para que el gobierno departamental tome cartas en el asunto y resuelva la aguda problemática en la mayor brevedad posible.
Uno de los docentes entrevistados, señaló que la estigmatización contra el sindicalismo y concretamente la subdirectiva de Simatol en esta región es fuerte, empezando por el rector de dicho centro educativo, quien ha colocado a un sector de la comunidad en contra de la lucha sindical. “No sabemos qué es el sindicalismo, pero estamos en contra porque es una piedra en el zapato para el rector y la comunidad de la región”, han dicho algunos miembros de esta comunidad.
Los docentes desplazados, además de solicitar su reubicación pronta, demandan una investigación sería para establecer responsabilidades. Piden la solidaridad de la comunidad internacional. Además, dicen que la situación de orden público en la región no es la ideal por cuanto factores armados al margen de la ley, perduran en la extensa región.
Los docentes amenazados son los siguientes: Viviana Rodríguez, presidenta subdirectiva Simatol; Fabián Lozano, vicepresidente; John Alexis Plazas, secretario general; Jair Chaux, Fiscal; Claudia Lorena Urbano, tesorera; Dahyana Manrique, delegada del CEID; Alex Iriarte, secretario de deporte y cultura; Eduard González, secretario de las TIC; Julián David Gutiérrez, secretario de Derechos Humanos y Carmen Adriana Torres, secretaria de salud de la subdirectiva Simatol.
La entrevista con uno de los desplazados, el profesor Julián David Gutiérrez, es la siguiente.
- Diez docentes que laboraban en el corregimiento de Bilbao, municipio de Plantas (Tolima) fueron desplazados. ¿Cuándo? ¿Por qué?
Efectivamente, somos diez los docentes que en estos momentos nos encontramos en la ciudad de Ibagué, bajo la condición de amenazados; diez docentes que tuvimos que salir del territorio corriendo por estas amenazas.
Una serie de hechos sistemáticos se han venido sucediendo en estas instituciones educativas, desde el mes de febrero del presente año, principalmente a partir del documento que comienza a rondar por el centro poblado y sus veredas, en donde al parecer la misma población estigmatiza el ejercicio sindical, hace una serie de señalamientos contra los miembros del sindicato, especificando que el sindicalismo y el sindicato, son opositores de la paz y que la representación de Simatol en el territorio, somos quienes estamos en contra, no solamente del desarrollo institucional, sino del desarrollo de la región.
Ante esto, inmediatamente tomamos las medidas para salvaguardar nuestros derechos: Hicimos una alerta temprana, convocamos un espacio colectivo donde junto a la comunidad, para saber quiénes habían sido los autores de dicho escrito, donde se estigmatizaba el ejercicio sindical, saber por qué lo habían hecho y cuáles eran los argumentos.
En dicha reunión, contrario a lo que esperábamos, se dan algunos hechos de revictimización, se sigue señalando el ejercicio sindical, se señala específicamente a los maestros para que no se queden allí. Algunos miembros de la comunidad (No todos), dicen claramente: “No los queremos acá”, “El sindicato no es bienvenido acá”, “No queremos el sindicalismo”.
En esas condiciones, no se puede llegar a ninguna concertación, no hay acuerdo. Preocupados elevamos el caso ante la Defensoría del Pueblo, la que ha estado bastante atenta a ser garante de nuestros derechos en este proceso.
A partir de allí, iniciamos todo el ejercicio de resarcir nuestros derechos en torno de lo que había sucedido. No obstante, nos encontramos el 5 de abril, posterior a una jornada de Paro, donde algunos maestros habían “papeleado” la entrada del colegio. Para sorpresa nuestra, al llegar a la institución, en la misma cartelera que se había hecho, encontramos un panfleto, que decía literalmente: “Sindicalistas hijueputas, váyasen de aquí, no los queremos. Sapos”.
A partir de esto, tomamos la decisión definitivamente de salir del territorio. Desde el día siguiente, tuvimos que esperar algunos compañeros que se encontraban en veredas, no todos somos de la sede principal, para reunirnos y tomar la decisión de salir inmediatamente del territorio para salvaguardad nuestra integridad física.
- ¿Quién firma ese panfleto?
Es indeterminado. No sabemos. Nadie se lo ha atribuido, ningún grupo al margen de la ley, ninguna persona en específico. El panfleto solamente contiene la amenaza, pero no especifica quien lo hace.
- ¿Qué un sector de la comunidad al parecer está en desacuerdo con el sindicalismo? ¿Cómo es la cosa?
Sí por ser sindicalista. En una opinión muy personal, analizando la realidad que viene sucediendo, no solo en el territorio sino en todo el país, es el mismo discurso violento que se reproduce y es el mismo discurso hegemónico que ha venido atizando, no solamente el gobierno, sino los sectores que desconocen la importancia del sindicalismo y que han perseguido el movimiento social hasta este punto.
Al parecer, ha sido la misma comunidad la que se ha encargado de estigmatizar el ejercicio del sindicalismo. No toda. Y es a partir del ejercicio sindical, ¿Por qué?, porque nosotros desde el año pasado entramos a velar por los derechos de los maestros, ante una serie de sucesos y de inconsistencias dentro de la institución, entrando en choque directo con el rector. Lo mismo este año, por unos traslados inconsultos que se dieron dentro de la institución desmejorando a algunos docentes. Como sindicatos nos vimos en la tarea de entrar a salvaguardar sus derechos.
A partir de esto, siguieron las pugnas y las disputas allí. En esa reunión que le comento en donde la población nos siguió señalando y demás, esos problemas salieron a la luz pública. Lo que hizo el rector fue sacar esos problemas a la luz pública y a partir de ello, la población la población se vino en contra de nosotros, desconociendo lo que es un sindicato, porque ellos mismos lo decían, pero no los queremos acá, porque ustedes son una piedra en el zapato para el rector, son una piedra en el zapato para la región.
- ¿Podría venir, entonces, esas amenazas por parte de la rectoría? ¿Estaría este rector inmiscuido en estos montajes y amenazas?
Eso sería una acusación que no nos corresponde, tampoco consideramos que pueda llegar a ser así, pero la realidad es que en todo este proceso que hemos venido llevando dentro de todo el ejercicio no solamente de defendernos, sino también defender los derechos de los maestros, sí ha habido un proceso de estigmatización por su parte.
No podríamos acusarlo de que el panfleto y las amenazas y todo esto venga directamente de allí. Sería bastante irresponsable hacerlo. Además, que eso es ya competencia de entes como la Fiscalía, la que ya está al tanto, la policía, la Sijin…creo que sería bastante irresponsable nosotros llegar a hacer una acusación como esa.
- A partir de tomar la decisión de desplazarse, ¿Qué gestiones han realizado hasta ahora?
De una vez iniciamos todo el proceso de activar la ruta de atención. Lo primero fue solicitar ante la secretaria de educación la condición de amenazados para que nos reubique, porque realmente necesitamos que nos reubique y las garantías de que esa reubicación se van a dar en un escenario donde podamos salvaguardar nuestras vidas y nuestra integridad, porque como sabemos el sur del Tolima es una zona que históricamente ha estado viciada por el conflicto social y armado.
También ante la unidad nacional de protección de víctimas, hemos estado gestionando, precisamente, esa ruta. Finalmente, ante la Fiscalía, que son los que se encargan de hacer todo el proceso investigativo del caso y sacar conclusiones.
- ¿Cómo se llama el Rector y cuanto tiempo lleva en esta institución?
El rector se llama Orlando Córdoba Ortiz. Él entra junto a nosotros, porque la mayoría de docentes de esta institución, entramos nuevos por el concurso especial docente. Llevamos aproximadamente año y medio. Entramos por el concurso de ingreso a zonas afectadas por el conflicto armado.
- ¿Cómo está el orden público en esta extensa región del municipio de Planadas?
Más que en Bilbao, yo pienso que es a nivel nacional que se ha venido reactivando la guerra, el conflicto armado, especialmente en esta zona del sur del Tolima, hay una disputa entre algunos grupos armados.
El año pasado, precisamente, desde la secretaría de derechos humanos, se hizo un informe en donde se describía cómo a partir de esas disputas, algunos docentes de algunas veredas, se han visto involucrados en algunos casos que no deberían ser, pero, no solo las escuelas, porque un docente es también un promotor de paz en los territorios.
Rechazamos por eso rotundamente que las instalaciones del colegio se hayan utilizado para una amenaza. Realmente, Bilbao es un territorio que le sigue apostando a la paz. Independientemente, de lo que haya sucedido, la gente allí es trabajadora, echada para adelante. Pero, las dinámicas estructurales del país no dan para más, sino para que, realmente en estos lugares donde la presencia del Estado se limita a militarizar, a estar pero en una forma punitiva, no da para más, sino para lamentablemente el conflicto esté retornando allí.
- ¿Se habla en la región de Bilbao de las bacrim, de paramilitarismo, de las disidencias de las Farc?
Esta ha sido una zona histórica que ha tenido presencia grupos guerrilleros. No me gustaría dar nombres, por tema de seguridad. Además, que estamos en condición de amenazados. Es más: El panfleto no se lo atribuye nadie.
Pero la misma historia de este territorio ha dado para que la presencia que hay allí de grupos alzados en armas, pues responda a esa misma condición histórica, que son grupos principalmente guerrilleros.
Por ahora en el territorio, no ha habido señales de que exista paramilitarismo.
- ¿Qué esperan ustedes de la secretaria departamental de educación?
En primera medida que haya garantías para los docentes que nos vimos en condición de desplazados y amenazados; que esas garantías no se limiten a sacarnos del territorio, sino a que nos garantice que vamos a contar efectivamente con nuestros derechos a la integridad, a la seguridad y a la vida; que cese el ejercicio de la estigmatización hacia el sindicalismo. Creo que este no es un llamado solamente a la gobernación, sino a los diferentes entes que han iniciado esta campaña de estigmatización y que ya lleva décadas en el país, que le ha costado la vida a miles de líderes sociales y sindicales; que se establezca realmente las responsabilidades en este caso; que se garantice el derecho a los estudiantes; que se garantice el derecho sindical tanto en Bilbao como en el resto del departamento.
- ¿Cuántos estudiantes estarían afectados por el desplazamiento de diez maestros en Bilbao?
Son cientos los estudiantes. De la sede principal, estamos hablando que se quedaron sin clase de matemáticas, ciencias sociales, de tecnología informática, aproximadamente unos 500 a 600 estudiantes.
Tenemos tres compañeros de una sede que se llama: La sede de la ilusión, es una sede que cuenta con post primaria, allí hay un aproximado de unos 90 estudiantes que se quedan también sin tres de sus cuatro docentes. Un compañero que hace parte de la subdirectiva, que es de vereda, él deja solos aproximadamente unos diez estudiantes de primaria.
- Finalmente, ¿Qué llamado le haría usted a la comunidad internacional?
En Bilbao, Planadas, Tolima y en el departamento, en el país, hay una crisis, esa crisis se materializa en masacres, en señalamientos, en estigmatización. Es un llamado a que se impulse realmente en nuestro país las garantías, para que ser sindicalista no signifique cargarse una cruz a la espalda, para que ser líder social no se convierta en una cruz que nos conlleve más adelante a ser víctimas de un asesinato, una masacre o un desplazamiento como nos viene sucediendo a diez docentes.
Es un llamado que se revisen esas “lógicas” en nuestro país y a que se promuevan todos los procesos, porque realmente lo que estamos viendo aquí, es realmente una falta de sensibilización. Hay una total ignorancia sobre la movilización social y, lo que digo: Realmente lo que necesitamos en este momento, no solo en Bilbao, sino en toda Colombia, son garantías, garantías para defender los derechos, garantías para defender la vida, la naturaleza, garantías para ser líderes sociales y sindicales.
Cerca de setecientos niños y niñas han quedado sin la educación en estas instituciones educativas, es un S.O.S. que lanzan los mismos docentes desplazados para que el gobierno departamental tome cartas en el asunto y resuelva la aguda problemática en la mayor brevedad posible.
Uno de los docentes entrevistados, señaló que la estigmatización contra el sindicalismo y concretamente la subdirectiva de Simatol en esta región es fuerte, empezando por el rector de dicho centro educativo, quien ha colocado a un sector de la comunidad en contra de la lucha sindical. “No sabemos qué es el sindicalismo, pero estamos en contra porque es una piedra en el zapato para el rector y la comunidad de la región”, han dicho algunos miembros de esta comunidad.
Los docentes desplazados, además de solicitar su reubicación pronta, demandan una investigación sería para establecer responsabilidades. Piden la solidaridad de la comunidad internacional. Además, dicen que la situación de orden público en la región no es la ideal por cuanto factores armados al margen de la ley, perduran en la extensa región.
Los docentes amenazados son los siguientes: Viviana Rodríguez, presidenta subdirectiva Simatol; Fabián Lozano, vicepresidente; John Alexis Plazas, secretario general; Jair Chaux, Fiscal; Claudia Lorena Urbano, tesorera; Dahyana Manrique, delegada del CEID; Alex Iriarte, secretario de deporte y cultura; Eduard González, secretario de las TIC; Julián David Gutiérrez, secretario de Derechos Humanos y Carmen Adriana Torres, secretaria de salud de la subdirectiva Simatol.
La entrevista con uno de los desplazados, el profesor Julián David Gutiérrez, es la siguiente.
- Diez docentes que laboraban en el corregimiento de Bilbao, municipio de Plantas (Tolima) fueron desplazados. ¿Cuándo? ¿Por qué?
Efectivamente, somos diez los docentes que en estos momentos nos encontramos en la ciudad de Ibagué, bajo la condición de amenazados; diez docentes que tuvimos que salir del territorio corriendo por estas amenazas.
Una serie de hechos sistemáticos se han venido sucediendo en estas instituciones educativas, desde el mes de febrero del presente año, principalmente a partir del documento que comienza a rondar por el centro poblado y sus veredas, en donde al parecer la misma población estigmatiza el ejercicio sindical, hace una serie de señalamientos contra los miembros del sindicato, especificando que el sindicalismo y el sindicato, son opositores de la paz y que la representación de Simatol en el territorio, somos quienes estamos en contra, no solamente del desarrollo institucional, sino del desarrollo de la región.
Ante esto, inmediatamente tomamos las medidas para salvaguardar nuestros derechos: Hicimos una alerta temprana, convocamos un espacio colectivo donde junto a la comunidad, para saber quiénes habían sido los autores de dicho escrito, donde se estigmatizaba el ejercicio sindical, saber por qué lo habían hecho y cuáles eran los argumentos.
En dicha reunión, contrario a lo que esperábamos, se dan algunos hechos de revictimización, se sigue señalando el ejercicio sindical, se señala específicamente a los maestros para que no se queden allí. Algunos miembros de la comunidad (No todos), dicen claramente: “No los queremos acá”, “El sindicato no es bienvenido acá”, “No queremos el sindicalismo”.
En esas condiciones, no se puede llegar a ninguna concertación, no hay acuerdo. Preocupados elevamos el caso ante la Defensoría del Pueblo, la que ha estado bastante atenta a ser garante de nuestros derechos en este proceso.
A partir de allí, iniciamos todo el ejercicio de resarcir nuestros derechos en torno de lo que había sucedido. No obstante, nos encontramos el 5 de abril, posterior a una jornada de Paro, donde algunos maestros habían “papeleado” la entrada del colegio. Para sorpresa nuestra, al llegar a la institución, en la misma cartelera que se había hecho, encontramos un panfleto, que decía literalmente: “Sindicalistas hijueputas, váyasen de aquí, no los queremos. Sapos”.
A partir de esto, tomamos la decisión definitivamente de salir del territorio. Desde el día siguiente, tuvimos que esperar algunos compañeros que se encontraban en veredas, no todos somos de la sede principal, para reunirnos y tomar la decisión de salir inmediatamente del territorio para salvaguardad nuestra integridad física.
- ¿Quién firma ese panfleto?
Es indeterminado. No sabemos. Nadie se lo ha atribuido, ningún grupo al margen de la ley, ninguna persona en específico. El panfleto solamente contiene la amenaza, pero no especifica quien lo hace.
- ¿Qué un sector de la comunidad al parecer está en desacuerdo con el sindicalismo? ¿Cómo es la cosa?
Sí por ser sindicalista. En una opinión muy personal, analizando la realidad que viene sucediendo, no solo en el territorio sino en todo el país, es el mismo discurso violento que se reproduce y es el mismo discurso hegemónico que ha venido atizando, no solamente el gobierno, sino los sectores que desconocen la importancia del sindicalismo y que han perseguido el movimiento social hasta este punto.
Al parecer, ha sido la misma comunidad la que se ha encargado de estigmatizar el ejercicio del sindicalismo. No toda. Y es a partir del ejercicio sindical, ¿Por qué?, porque nosotros desde el año pasado entramos a velar por los derechos de los maestros, ante una serie de sucesos y de inconsistencias dentro de la institución, entrando en choque directo con el rector. Lo mismo este año, por unos traslados inconsultos que se dieron dentro de la institución desmejorando a algunos docentes. Como sindicatos nos vimos en la tarea de entrar a salvaguardar sus derechos.
A partir de esto, siguieron las pugnas y las disputas allí. En esa reunión que le comento en donde la población nos siguió señalando y demás, esos problemas salieron a la luz pública. Lo que hizo el rector fue sacar esos problemas a la luz pública y a partir de ello, la población la población se vino en contra de nosotros, desconociendo lo que es un sindicato, porque ellos mismos lo decían, pero no los queremos acá, porque ustedes son una piedra en el zapato para el rector, son una piedra en el zapato para la región.
- ¿Podría venir, entonces, esas amenazas por parte de la rectoría? ¿Estaría este rector inmiscuido en estos montajes y amenazas?
Eso sería una acusación que no nos corresponde, tampoco consideramos que pueda llegar a ser así, pero la realidad es que en todo este proceso que hemos venido llevando dentro de todo el ejercicio no solamente de defendernos, sino también defender los derechos de los maestros, sí ha habido un proceso de estigmatización por su parte.
No podríamos acusarlo de que el panfleto y las amenazas y todo esto venga directamente de allí. Sería bastante irresponsable hacerlo. Además, que eso es ya competencia de entes como la Fiscalía, la que ya está al tanto, la policía, la Sijin…creo que sería bastante irresponsable nosotros llegar a hacer una acusación como esa.
- A partir de tomar la decisión de desplazarse, ¿Qué gestiones han realizado hasta ahora?
De una vez iniciamos todo el proceso de activar la ruta de atención. Lo primero fue solicitar ante la secretaria de educación la condición de amenazados para que nos reubique, porque realmente necesitamos que nos reubique y las garantías de que esa reubicación se van a dar en un escenario donde podamos salvaguardar nuestras vidas y nuestra integridad, porque como sabemos el sur del Tolima es una zona que históricamente ha estado viciada por el conflicto social y armado.
También ante la unidad nacional de protección de víctimas, hemos estado gestionando, precisamente, esa ruta. Finalmente, ante la Fiscalía, que son los que se encargan de hacer todo el proceso investigativo del caso y sacar conclusiones.
- ¿Cómo se llama el Rector y cuanto tiempo lleva en esta institución?
El rector se llama Orlando Córdoba Ortiz. Él entra junto a nosotros, porque la mayoría de docentes de esta institución, entramos nuevos por el concurso especial docente. Llevamos aproximadamente año y medio. Entramos por el concurso de ingreso a zonas afectadas por el conflicto armado.
- ¿Cómo está el orden público en esta extensa región del municipio de Planadas?
Más que en Bilbao, yo pienso que es a nivel nacional que se ha venido reactivando la guerra, el conflicto armado, especialmente en esta zona del sur del Tolima, hay una disputa entre algunos grupos armados.
El año pasado, precisamente, desde la secretaría de derechos humanos, se hizo un informe en donde se describía cómo a partir de esas disputas, algunos docentes de algunas veredas, se han visto involucrados en algunos casos que no deberían ser, pero, no solo las escuelas, porque un docente es también un promotor de paz en los territorios.
Rechazamos por eso rotundamente que las instalaciones del colegio se hayan utilizado para una amenaza. Realmente, Bilbao es un territorio que le sigue apostando a la paz. Independientemente, de lo que haya sucedido, la gente allí es trabajadora, echada para adelante. Pero, las dinámicas estructurales del país no dan para más, sino para que, realmente en estos lugares donde la presencia del Estado se limita a militarizar, a estar pero en una forma punitiva, no da para más, sino para lamentablemente el conflicto esté retornando allí.
- ¿Se habla en la región de Bilbao de las bacrim, de paramilitarismo, de las disidencias de las Farc?
Esta ha sido una zona histórica que ha tenido presencia grupos guerrilleros. No me gustaría dar nombres, por tema de seguridad. Además, que estamos en condición de amenazados. Es más: El panfleto no se lo atribuye nadie.
Pero la misma historia de este territorio ha dado para que la presencia que hay allí de grupos alzados en armas, pues responda a esa misma condición histórica, que son grupos principalmente guerrilleros.
Por ahora en el territorio, no ha habido señales de que exista paramilitarismo.
- ¿Qué esperan ustedes de la secretaria departamental de educación?
En primera medida que haya garantías para los docentes que nos vimos en condición de desplazados y amenazados; que esas garantías no se limiten a sacarnos del territorio, sino a que nos garantice que vamos a contar efectivamente con nuestros derechos a la integridad, a la seguridad y a la vida; que cese el ejercicio de la estigmatización hacia el sindicalismo. Creo que este no es un llamado solamente a la gobernación, sino a los diferentes entes que han iniciado esta campaña de estigmatización y que ya lleva décadas en el país, que le ha costado la vida a miles de líderes sociales y sindicales; que se establezca realmente las responsabilidades en este caso; que se garantice el derecho a los estudiantes; que se garantice el derecho sindical tanto en Bilbao como en el resto del departamento.
- ¿Cuántos estudiantes estarían afectados por el desplazamiento de diez maestros en Bilbao?
Son cientos los estudiantes. De la sede principal, estamos hablando que se quedaron sin clase de matemáticas, ciencias sociales, de tecnología informática, aproximadamente unos 500 a 600 estudiantes.
Tenemos tres compañeros de una sede que se llama: La sede de la ilusión, es una sede que cuenta con post primaria, allí hay un aproximado de unos 90 estudiantes que se quedan también sin tres de sus cuatro docentes. Un compañero que hace parte de la subdirectiva, que es de vereda, él deja solos aproximadamente unos diez estudiantes de primaria.
- Finalmente, ¿Qué llamado le haría usted a la comunidad internacional?
En Bilbao, Planadas, Tolima y en el departamento, en el país, hay una crisis, esa crisis se materializa en masacres, en señalamientos, en estigmatización. Es un llamado a que se impulse realmente en nuestro país las garantías, para que ser sindicalista no signifique cargarse una cruz a la espalda, para que ser líder social no se convierta en una cruz que nos conlleve más adelante a ser víctimas de un asesinato, una masacre o un desplazamiento como nos viene sucediendo a diez docentes.
Es un llamado que se revisen esas “lógicas” en nuestro país y a que se promuevan todos los procesos, porque realmente lo que estamos viendo aquí, es realmente una falta de sensibilización. Hay una total ignorancia sobre la movilización social y, lo que digo: Realmente lo que necesitamos en este momento, no solo en Bilbao, sino en toda Colombia, son garantías, garantías para defender los derechos, garantías para defender la vida, la naturaleza, garantías para ser líderes sociales y sindicales.
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