Según el tribunal, la Fiscalía probó que existen tres testigos que dan prueba de que Rodríguez Rúa disparó el arma contra Neira.
El Tribunal Superior de Bogotá confirmó este viernes la condena a 17 años de prisión contra el exagente del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) Néstor Rodríguez Rúa por matar con una granada de gas a Nicolás Neira de 14 años, durante las movilizaciones del Día del Trabajo (1 de mayo) de 2005 en la capital del país.
“La Fiscalía probó que existen tres testigos que dan prueba de que Rodríguez Rúa disparó el arma directamente contra la multitud y mató a Neira, al impactar su cráneo (...) En conclusión, el Tribunal está ante una sentencia jurídicamente correcta y moralmente justa por lo que la confirmara”, explicó el magistrado durante su intervención.
Con esta decisión de segunda instancia, quedó en firme el fallo emitido el 25 de enero de 2021 por el juzgado 18 Penal del Circuito de Bogotá que sentenció al patrullero por el delito de homicidio en la modalidad de dolo eventual.
Nicolás Neira falleció luego de que Rodríguez le disparara en la cabeza a seis metros de distancia, en medio de una manifestación en Bogotá. Lo anterior por un severo trauma craneoencefálico.
Sin embargo, la primera hipótesis que se manejó fue que el menor, que para ese tiempo cursaba grado noveno del colegio, había tropezado y caído sobre un bolardo. No obstante, la justicia logró establecer, 12 años más tarde que se había tratado de un encubrimiento de los hechos acordado y avalado por los agentes que estuvieron presentes ese día y por sus superiores.
Entre los testimonios que tuvo en cuenta el magistrado para tomar su decisión se encuentra el de Héctor Cubides, un agente del Esmad que se encontraba detrás de Rodríguez: “Vi cómo levantó el lanzagranadas y le propinó el disparo en la parte de atrás de la cabeza’’, señaló.
Luego Cubides añadió “que el menor empezó a convulsionar, se le prestaron servicios y posteriormente falleció”, producto del trauma craneoencefálico que le ocasionó el disparo.
La investigación también logró comprobar que Rodríguez desconoció los protocolos de uso dispuestos para este tipo de artefactos y lo disparó de forma lineal y directa contra multitud.
La escopeta calibre 12 del Esmad, el arma de la discordia |
Fuente El Colombiano
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