Pocas veces en la vida uno tiene la suerte de convivir cara a cara con personajes que encarnan la lucha por las reivindicaciones humanas en su máxima expresión. Yo tuve la oportunidad de ver y escuchar en Guillermo Torres Cuéter, antes conocido en el mundo de la sufrida guerra colombiana, como Julián Conrado, a uno de estos seres. Torres evoca la misma imagen que retrató la periodista María Jimena Duzán al describir a Jaime Bateman en su libro Crónicas que Matan.