Por Agamenón
El triunfo electoral del compañero Daniel Ortega y del Sandinismo en Nicaragua, en las recientes elecciones, da fortalece y continuidad al proceso revolucionario que se viene desarrollando en esta república centroamericana. Su triunfo contundente no deja espacios para ningún tipo de vacilación en el pueblo que poco a poco va desarrollando las premisas socialistas, ante la jauría internacional de las oligarquías dominadas por el imperialismo de Estados Unidos.