Darelia Díaz Borrero
Muestra de las esencias humanistas de los gobiernos de Cuba y Japón quedó inaugurado este martes, en la capital granmense, un proyecto piloto de apoyo a la inserción laboral de las personas con discapacidad en la Mayor de las Antillas.
La iniciativa, emprendida mediante el marco de la Asistencia financiera no reembolsable para proyectos comunitarios de seguridad humana de la Embajada de Japón, redunda en la financiación a la organización no gubernamental Handicap internacional, en la Mayor de las Antillas, con más de 77 000 euros para la compra de equipos y herramientas destinados a seis escuelas de Educación Especial y dos de Oficios, en los municipios de Bayamo y Bartolomé Masó.
En la ceremonia de inauguración, efectuada en la escuela especial Ernesto Che Guevara, el excelentísimo señor Masaru Watanabe, embajador de Japón en Cuba, se declaró honrado por poder visitar la tierra donde primero se entonó el Himno Nacional de Cuba.
El diplomático comentó que este proyecto contribuirá al mejoramiento de oportunidades de empleo a través del perfeccionamiento de las condiciones escolares, instalando herramientas para la práctica de agricultura, reparación de calzado, peluquerías, entre otras actividades.
Watanabe destacó que no solo en Cuba o Japón, sino en el mundo entero la inclusión de personas discapacitadas es imprescindible para el mejor funcionamiento y la integración de la sociedad.
«Estoy seguro que este proyecto se traducirá en un modelo para la sociedad internacional y servirá para que las personas discapacitadas puedan asociarse con la comunidad teniendo autonomía, lo cual coincide con la línea general de cooperación y seguridad humana que defendemos, la cual se enfoca en promover que cada persona pueda vivir con dignidad», resaltó.
La génesis de esta iniciativa en Granma parte de la concreción en el 2001, de un proyecto de rehabilitación con este segmento poblacional basado en la comunidad, precisó Phillippe Martínez, representante de Handicap Internacional en Cuba.
Más de 15 años de experiencia en el país, dijo, sirvieron de preámbulo a este proyecto de inserción laboral que, a través del apoyo a esas escuelas, posibilitará el acceso a la inserción profesional de más de 1 300 estudiantes al año.
Tras agradecer la materialización de esta iniciativa, Leonardo Tamayo, director de Educación en la provincia de Granma, manifestó que la inyección tecnológica de las escuelas servirá para perfeccionar el proceso de formación laboral y calificación profesional que se realiza con niñas, niños, adolescentes, y jóvenes que reciben atención educativa en estos recintos.
«La selección de estas escuelas como principales escenarios instrumentales y la actualización y dotación de recursos tecnológicos instalados servirán para perfeccionar el proceso de formación laboral y calificación profesional, que se realiza con esos alumnos que requieren necesidades educativas especiales», insistió.
El proyecto, enrumbado a través del fortalecimiento de las asociaciones que agrupan a ese segmento poblacional, también favorecerá la capacitación de personas adultas con discapacidades residentes en las comunidades donde se encuentran esas instituciones docentes, aseguró.
Informó que en este oriental territorio se atiende a una matrícula de 2 729 niñas, niños, y jóvenes con necesidades educativas especiales.
En nombre de todos los beneficiarios del proyecto, la joven Yailema Guevara expresó a la embajada de Japón en Cuba la gratitud de los hijos de esta tierra por su materialización, la cual abre un mundo de oportunidades a las personas con discapacidad.
La ceremonia, que evidenció las potencialidades de los educandos de la enseñanza especial, contó con la presencia de otros representantes de la Embajada de Japón en Cuba, metodólogos del Ministerio de Educación de la República de Cuba, directivos de Trabajo y Seguridad Social en Granma, así como presidentes de las asociaciones de personas con discapacidad físico-motriz, auditiva y visual, en este territorio del oriente cubano.
Al finalizar la ceremonia Watanabe y el resto de la representación nipona recorrieron talleres de la escuela especial Ernesto Guevara, plantel que acoge a 111 niños con retardo en el desarrollo psíquico, baja visión, estrabismo, ambliopía, sordociegos, sordos e hipoacúsicos, y cuyos talleres ya son testigos de los beneficios del citado proyecto.
Granma
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