El Movimiento Colombiano de Solidaridad con los Pueblos y Gobiernos del ALBA
La decisión del gobierno del Presidente Maduro de reabrir la frontera en los puentes nuevos de Cúcuta, exclusivamente para el transito comercial, por ahora.
Responde así el Proceso Bolivariano del país hermano, al clamor de los empresarios y grandes comerciantes e importadores de los departamentos de Norte de Santander y Santander, de reactivar la economía fronteriza colombiana, que funcionaba y funciona con base en las grandes importaciones venezolanas.
Estas buenas nuevas se ven empañadas por el oportunismo de siempre del injerencismo pro-golpista y mercenario del gobierno desastroso para la integración regional y sobre todo para Colombia, de Iván Duque Márquez que con total cinismo ahora pretende poner condiciones y volver al esquema anterior de corrupción en la frontera, pidiendo para ello circulación indiscriminada de personas y mercancías. tarde o temprano, el más obediente lacayo del imperio USA, tiene que ir por el reconocimiento del gobierno legítimo del Presidente Nicolás Maduro Moro, como lo hacen la Unión Europea y el propio Washington.
No nos faltaría sino que consecuentes con la indignidad que nos gobierna, terminen por invitar al corrupto, ladrón y criminal Juan Guaidó al dorado exilio de Bogotá, con el producto de todos sus latrocinios a hacerle compañía al dúo Uribe-Duque, que no lo desmerecen.
Las fronteras deben dinamizarse para el desarrollo de ambos pueblos, y jamás deben usarse como instrumento de chantaje, de injerencismo, de imposiciones ideológicas y mucho menos para instalar bases militares extranjeras, sacrificando con estas prácticas bucaneras a millones de personas que las habitan.
La política de fronteras debe reverenciar los tratados internacionales de buenos vecinos, a pesar de las notables diferencias que puedan existir entre formas de gobierno, pues es la vida la que al vivir en paz se enaltece y preserva.
Por eso saludamos esta iniciativa del gobierno venezolano y a la vez denunciamos, con dolor de patria, que los gobiernos Uribe-Santos-Duque, con actitud belicista y lacaya hayan tocado timbres de guerra con el sólo propósito de imponer intereses imperialistas de terceros países, con lo cual se ha roto la armonía y el respeto que deben existir entre naciones hermanas y una vez más la oligarquía colombiana pone en indignidad a nuestra Nación.
¡Paz y Desarrollo en nuestras fronteras terrestres y marinas!
¡Si Bolívar las unió, que vivan unidas!
Comité Coordinador.
Estas buenas nuevas se ven empañadas por el oportunismo de siempre del injerencismo pro-golpista y mercenario del gobierno desastroso para la integración regional y sobre todo para Colombia, de Iván Duque Márquez que con total cinismo ahora pretende poner condiciones y volver al esquema anterior de corrupción en la frontera, pidiendo para ello circulación indiscriminada de personas y mercancías. tarde o temprano, el más obediente lacayo del imperio USA, tiene que ir por el reconocimiento del gobierno legítimo del Presidente Nicolás Maduro Moro, como lo hacen la Unión Europea y el propio Washington.
No nos faltaría sino que consecuentes con la indignidad que nos gobierna, terminen por invitar al corrupto, ladrón y criminal Juan Guaidó al dorado exilio de Bogotá, con el producto de todos sus latrocinios a hacerle compañía al dúo Uribe-Duque, que no lo desmerecen.
Las fronteras deben dinamizarse para el desarrollo de ambos pueblos, y jamás deben usarse como instrumento de chantaje, de injerencismo, de imposiciones ideológicas y mucho menos para instalar bases militares extranjeras, sacrificando con estas prácticas bucaneras a millones de personas que las habitan.
La política de fronteras debe reverenciar los tratados internacionales de buenos vecinos, a pesar de las notables diferencias que puedan existir entre formas de gobierno, pues es la vida la que al vivir en paz se enaltece y preserva.
Por eso saludamos esta iniciativa del gobierno venezolano y a la vez denunciamos, con dolor de patria, que los gobiernos Uribe-Santos-Duque, con actitud belicista y lacaya hayan tocado timbres de guerra con el sólo propósito de imponer intereses imperialistas de terceros países, con lo cual se ha roto la armonía y el respeto que deben existir entre naciones hermanas y una vez más la oligarquía colombiana pone en indignidad a nuestra Nación.
¡Paz y Desarrollo en nuestras fronteras terrestres y marinas!
¡Si Bolívar las unió, que vivan unidas!
Comité Coordinador.
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