Una pancarta contra el presidente de Colombia, Iván Duque, durante su visita a España, en la plaza Arturo Barea de Lavapiés a 16 de septiembre de 2021, en Madrid. - Isabel Infantes / Europa Press |
Por: Constanza Vieira
La compraventa del voto es apenas una arista de lo que encontrará la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea, que por primera vez se fija en Colombia con observadores a largo plazo. Mientras, acecha la sombra desde Venezuela de Aida Merlano, una excongresista de derecha, prófuga, que fue condenada por compra de votos y que sabe demasiado.
Aida Merlano es el alter ego, la heroína, el ejemplo a seguir en el barrio de invasión de un pueblito de pescadores en las afueras de Barranquilla, capital del Caribe colombiano y donde desemboca el río Magdalena, la arteria fluvial que brota en los Andes y recorre el país de sur a norte.
"Puede estar escondida aquí, en cualquier casa del barrio", le dijo a esta reportera un habitante afro en octubre de 2019, cuando la excongresista Merlano acababa de protagonizar una fuga cinematográfica en Bogotá, estando ya presa y condenada a 11 años, después de un juicio relámpago en 2018. "Aquí todo el mundo la recibiría en su casa, a mucho honor", añadió el hombre, amistoso y sonriente.
Merlano, barranquillera atractiva y vivaz de 41 años, llegó a donde llegó trabajando desde los 15 años en el oficio que le aprendió a su papá: comprarle el voto al pueblo en las elecciones. A ella no se le pasaba por la cabeza que eso pudiera ser ilegal. Este año, en Colombia se celebran elecciones legislativas el 13 de marzo y presidenciales el 29 de mayo.
"Puede estar escondida aquí, en cualquier casa del barrio", le dijo a esta reportera un habitante afro en octubre de 2019, cuando la excongresista Merlano acababa de protagonizar una fuga cinematográfica en Bogotá, estando ya presa y condenada a 11 años, después de un juicio relámpago en 2018. "Aquí todo el mundo la recibiría en su casa, a mucho honor", añadió el hombre, amistoso y sonriente.
Merlano, barranquillera atractiva y vivaz de 41 años, llegó a donde llegó trabajando desde los 15 años en el oficio que le aprendió a su papá: comprarle el voto al pueblo en las elecciones. A ella no se le pasaba por la cabeza que eso pudiera ser ilegal. Este año, en Colombia se celebran elecciones legislativas el 13 de marzo y presidenciales el 29 de mayo.
Fuente: Público
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