“…y sepan que solo muero si ustedes van aflojando, porque el que murió peleando vive en cada compañero.”
Cuando expiraba el año 2001 y el gobierno del Conservador Andrés Pastrana se acercaba a su final; en un contexto de expansión paramilitar y de violencia generalizada, es secuestrado y asesinado el presidente de la Subdirectiva USO Cartagena, AURY SARÁ MARRUGO, junto con su escolta Enrique Arellano Torres.
Su secuestro se produjo el 30 de noviembre, al salir de su casa en Cartagena, por un comando paramilitar. El 3 de diciembre el paramilitar Carlos Castaño reivindicó públicamente el hecho criminal; Aury Sara fue secuestrado, desaparecido, torturado y vilmente asesinado el 5 de diciembre de 2001, Sin que el gobierno de Pastrana, ni Ecopetrol movieran un dedo para evitarlo.
Recientemente el jefe paramilitar Salvatore Mancuso reconoció ante la Comisión de la Verdad que “muchos de los asesinatos cometidos por los paramilitares eran pedidos desde el Estado” Señaló que “altos mandos militares y reconocidos funcionarios del Estado estigmatizaron a líderes como el periodista Jaime Garzón y pidieron que asesinaran a sindicalistas porque eran ideólogos de las Farc”.
Es apenas natural que el país espere que una empresa del Estado donde han sido asesinados 125 líderes sindicales, dé una explicación razonable de lo que ocurrió. Que opina su gerente, su Junta Directiva, su área de seguridad física. Porque varios campos petroleros sirvieron de albergue de grupos paramilitares, porque altos funcionarios de Ecopetrol, lo mismo que mandos militares actuaban de la mano con grupos paramilitares; porque las directivas de Ecopetrol han entorpecido las investigaciones sobre multimillonarias perdidas por robo de combustibles que terminaron financiando la criminalidad paramilitar y llenando los bolsillos de funcionarios corruptos, al mismo tiempo que juzgaban a trabajadores que nada tuvieron que ver.
Después de 20 años, el caso de Aury Sará Marrugo espera un pronunciamiento oficial y publico de Ecopetrol. Que sabe la empresa acerca de ese aleve crimen y de las otras 125 víctimas.
La Comisión de la Verdad recibió un informe detallado de la USO sobre la violencia antisindical de que fue víctima la organización. Ese informe es público.
La familia de Aury Sara y la USO, estamos a la espera de una respuesta del Estado y de la empresa que arroje luces.
COMISIÓN NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS Y PAZ – USO
Bogotá, 03 de diciembre de 2021
Su secuestro se produjo el 30 de noviembre, al salir de su casa en Cartagena, por un comando paramilitar. El 3 de diciembre el paramilitar Carlos Castaño reivindicó públicamente el hecho criminal; Aury Sara fue secuestrado, desaparecido, torturado y vilmente asesinado el 5 de diciembre de 2001, Sin que el gobierno de Pastrana, ni Ecopetrol movieran un dedo para evitarlo.
Recientemente el jefe paramilitar Salvatore Mancuso reconoció ante la Comisión de la Verdad que “muchos de los asesinatos cometidos por los paramilitares eran pedidos desde el Estado” Señaló que “altos mandos militares y reconocidos funcionarios del Estado estigmatizaron a líderes como el periodista Jaime Garzón y pidieron que asesinaran a sindicalistas porque eran ideólogos de las Farc”.
Es apenas natural que el país espere que una empresa del Estado donde han sido asesinados 125 líderes sindicales, dé una explicación razonable de lo que ocurrió. Que opina su gerente, su Junta Directiva, su área de seguridad física. Porque varios campos petroleros sirvieron de albergue de grupos paramilitares, porque altos funcionarios de Ecopetrol, lo mismo que mandos militares actuaban de la mano con grupos paramilitares; porque las directivas de Ecopetrol han entorpecido las investigaciones sobre multimillonarias perdidas por robo de combustibles que terminaron financiando la criminalidad paramilitar y llenando los bolsillos de funcionarios corruptos, al mismo tiempo que juzgaban a trabajadores que nada tuvieron que ver.
Después de 20 años, el caso de Aury Sará Marrugo espera un pronunciamiento oficial y publico de Ecopetrol. Que sabe la empresa acerca de ese aleve crimen y de las otras 125 víctimas.
La Comisión de la Verdad recibió un informe detallado de la USO sobre la violencia antisindical de que fue víctima la organización. Ese informe es público.
La familia de Aury Sara y la USO, estamos a la espera de una respuesta del Estado y de la empresa que arroje luces.
COMISIÓN NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS Y PAZ – USO
Bogotá, 03 de diciembre de 2021
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