Aída Merlano dice que tiene una libreta con un detallado mapa de la corrupción política en la costa. Está pidiendo un principio de oportunidad a la justicia a cambio de entregarla.
Por encima del escándalo rosa de sus relaciones íntimas, la declaración de Aída Merlano muestra el grado de corrupción de la política colombiana y del Atlántico en particular. Después de entregar su testimonio ante la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia, la exsenadora habló en exclusiva con Cambio del cruce ilegal de favores entre contratistas y políticos, de la compra de votos y de la corrupción administrativa.
Además de los miembros de la familia Char, menciona a los Gerlein, a los senadores José David Name y Laureano Acuña, y promete revelar todo el entramado de corrupción de su departamento si la justicia le otorga un principio de oportunidad.
Cambio: Su declaración establece que existía un esquema de corrupción electoral en Barranquilla por el cual se elegían, con votos comprados, senadores, representantes, alcaldes y gobernadores. Además, dice usted que esos votos se pagaban con coimas de los contratistas a las administraciones de Barranquilla y el Atlántico. ¿Cómo funcionaba eso?
Aída Merlano: Para nadie es un secreto que en el Atlántico y en toda la región Caribe se compran votos. Pero aquí el tema importante es que se compran con los dineros de la nación, con esos contratos que son entregados a dedo, con unas licitaciones amañadas entre los contratistas que hacen parte de ese concierto para delinquir. Ellos son los financiadores de las campañas de casi todos los políticos del Atlántico. Es decir que, en los últimos años, así ellos no estén, el clan Char es quien termina eligiendo a los políticos. ¿De dónde sacan el dinero para seguir manteniendo ese andamiaje político y esa estructura criminal? Pues sencillamente de la financiación de las coimas recibidas por los contratos.
"Yo creo que entre Alejandro y Héctor Amarís existió una relación que iba mucho más allá de una amistad".
Cambio: Hablando del clan Char, en su diligencia en la Corte, usted hizo unas acusaciones muy graves contra Alejandro Char, hoy aspirante a la Presidencia de la República. Él niega los señalamientos que le hace en lo judicial, pero acepta que tuvo una relación con usted que califica como un error. ¿Usted qué le responde?
Por encima del escándalo rosa de sus relaciones íntimas, la declaración de Aída Merlano muestra el grado de corrupción de la política colombiana y del Atlántico en particular. Después de entregar su testimonio ante la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia, la exsenadora habló en exclusiva con Cambio del cruce ilegal de favores entre contratistas y políticos, de la compra de votos y de la corrupción administrativa.
Además de los miembros de la familia Char, menciona a los Gerlein, a los senadores José David Name y Laureano Acuña, y promete revelar todo el entramado de corrupción de su departamento si la justicia le otorga un principio de oportunidad.
Cambio: Su declaración establece que existía un esquema de corrupción electoral en Barranquilla por el cual se elegían, con votos comprados, senadores, representantes, alcaldes y gobernadores. Además, dice usted que esos votos se pagaban con coimas de los contratistas a las administraciones de Barranquilla y el Atlántico. ¿Cómo funcionaba eso?
Aída Merlano: Para nadie es un secreto que en el Atlántico y en toda la región Caribe se compran votos. Pero aquí el tema importante es que se compran con los dineros de la nación, con esos contratos que son entregados a dedo, con unas licitaciones amañadas entre los contratistas que hacen parte de ese concierto para delinquir. Ellos son los financiadores de las campañas de casi todos los políticos del Atlántico. Es decir que, en los últimos años, así ellos no estén, el clan Char es quien termina eligiendo a los políticos. ¿De dónde sacan el dinero para seguir manteniendo ese andamiaje político y esa estructura criminal? Pues sencillamente de la financiación de las coimas recibidas por los contratos.
"Yo creo que entre Alejandro y Héctor Amarís existió una relación que iba mucho más allá de una amistad".
Cambio: Hablando del clan Char, en su diligencia en la Corte, usted hizo unas acusaciones muy graves contra Alejandro Char, hoy aspirante a la Presidencia de la República. Él niega los señalamientos que le hace en lo judicial, pero acepta que tuvo una relación con usted que califica como un error. ¿Usted qué le responde?
A.M.: Cuando él fue a declarar a la Corte Suprema de Justicia negó todo vínculo conmigo. Él en ningún momento ha aceptado la relación. Cuando ya yo estoy en plena audiencia contando lo que ocurrió en 2018, es que el señor magistrado me cuenta que Álex tiene el descaro de decir que yo soy una persona mentirosa, mitómana y que todo lo que dije es fruto de mi imaginación, cuando yo tenía las pruebas. Cuando el magistrado me pregunta a mí si tengo las pruebas para demostrar que todo lo que yo estaba contando era cierto, toda la gente que fue citada, es decir, todo el clan Char, incluyendo a los Gerlein, apuntaron a decir lo mismo. Y así me lo dijo literal el magistrado: “Mire, doctora Aida, es que toda la gente que fue entrevistada, afirmó que todo era producto de su imaginación”. Entonces me vi en la tarea de pedir un aplazamiento de la audiencia para tener el tiempo de recoger todas esas pruebas y entregarlas. Y fue cuando saqué las pruebas de una relación sentimental que yo tenía con Alejandro, con el sentido de explicar por qué terminé metida en este entramado de corrupción. Lo hice para dar contexto, no para que el pueblo colombiano se enterara de algo que a mí como mujer no me conviene que salga a la luz pública. Yo no voy a querer hacerle daño ni a los hijos de Alejandro, ni a mis hijos.
Cambio: Usted presentó pruebas innegables sobre la relación sentimental que tuvo con Alejandro Char, ¿pero presentó también pruebas de los delitos que cometió con él?
A.M.: Yo entregué varios archivos en un solo compilado: documentales, registros fotográficos y videos que mostrarían claramente la participación no solo de Arturo, sino especialmente de Alejandro Char, que fue finalmente quien financió mi campaña y quien organizó todo ese disfraz para que terminara haciendo parte del entramado de corrupción.
Cambio: Usted menciona a Arturo y Alejandro Char, pero dice que hay también particulares que participaron. ¿Tiene los nombres específicos?
A.M.: Claro que sí. Me refiero al señor Faisal Cure, Julio Gerlein, a los Tcherassi. Hay cinco empresas contratistas que hacen parte de ese entramado de corrupción y pienso que es una responsabilidad de la justicia colombiana, de la Corte Suprema y de la Fiscalía investigar. Pero parece ser que ellos no tienen ningún interés de hacer las investigaciones pertinentes para que se den cuenta y para que puedan corroborar que realmente existe, no solamente un entramado para compra de votos, sino para desviar los recursos de la nación con fines ilícitos para la corrupción al elector.
Un par de brazaletes Cartier, avaluados en 56 millones de pesos, eran uno de los símbolos secretos del romance entre Alejandro Char y Aida Merlano. Las pulseras solo se pueden quitar con un destornillador especial.
Cambio: Aquí hay consideraciones que solo serían sentimentales y privadas, de no ser porque se cruzan con asuntos de corrupción que involucran personajes de mucha notoriedad. ¿Cómo pasó usted de tener una relación íntima con Julio Gerlein a un amorío con Alex Char?
A.M.: Es que mi relación con Julio Gerlein empezó a los 16 años. Como me dijo un gran amigo, él me tenía de títere. Es decir, para poder lograr esa empatía en el Atlántico que no tenían ya los Char y mucho menos Roberto Gerlein. La gente reclamaba figuras jóvenes. Y quién más que yo, que tenía un contacto directo con los líderes. Ahí pasaron los años, nosotros tuvimos una separación de cuerpo, pero mantuvimos ese vínculo de familia por el hogar que teníamos. Ya veníamos separados como seis años atrás cuando Alejandro aparece en mi camino. Sí me molesta sobremanera que él salga a decir que yo fui un error. Creo que eso es ser poco hombre, canalla, sin personalidad. Cuando uno comete errores tiene que aceptarlos y pagar las consecuencias como me ha tocado a mí. Hay gente que me califica de prófuga. No soy prófuga. Estoy presa en este país y a la espera de que el presidente Duque le solicite mi extradición formalmente a Nicolás Maduro, presidente legítimo de Venezuela. Pero él no lo ha hecho.
"Aída tuvo que irse de Valledupar a Venezuela. Allá tuvo un aborto, producto de la violación. A los tres meses, en enero de 2020, fue capturada por las Fuerzas Especiales de Venezuela", cuenta María Jimena Duzán en su columna La querían matar.
Cambio: Usted nombra a Julio Gerlein y a Alejandro Char, ambos amantes suyos. Además de esa afinidad, ¿ellos tenían negocios políticos comunes a pesar de ser uno del Partido Conservador y otro de Cambio Radical?
Cambio: Usted presentó pruebas innegables sobre la relación sentimental que tuvo con Alejandro Char, ¿pero presentó también pruebas de los delitos que cometió con él?
A.M.: Yo entregué varios archivos en un solo compilado: documentales, registros fotográficos y videos que mostrarían claramente la participación no solo de Arturo, sino especialmente de Alejandro Char, que fue finalmente quien financió mi campaña y quien organizó todo ese disfraz para que terminara haciendo parte del entramado de corrupción.
Cambio: Usted menciona a Arturo y Alejandro Char, pero dice que hay también particulares que participaron. ¿Tiene los nombres específicos?
A.M.: Claro que sí. Me refiero al señor Faisal Cure, Julio Gerlein, a los Tcherassi. Hay cinco empresas contratistas que hacen parte de ese entramado de corrupción y pienso que es una responsabilidad de la justicia colombiana, de la Corte Suprema y de la Fiscalía investigar. Pero parece ser que ellos no tienen ningún interés de hacer las investigaciones pertinentes para que se den cuenta y para que puedan corroborar que realmente existe, no solamente un entramado para compra de votos, sino para desviar los recursos de la nación con fines ilícitos para la corrupción al elector.
Un par de brazaletes Cartier, avaluados en 56 millones de pesos, eran uno de los símbolos secretos del romance entre Alejandro Char y Aida Merlano. Las pulseras solo se pueden quitar con un destornillador especial.
Cambio: Aquí hay consideraciones que solo serían sentimentales y privadas, de no ser porque se cruzan con asuntos de corrupción que involucran personajes de mucha notoriedad. ¿Cómo pasó usted de tener una relación íntima con Julio Gerlein a un amorío con Alex Char?
A.M.: Es que mi relación con Julio Gerlein empezó a los 16 años. Como me dijo un gran amigo, él me tenía de títere. Es decir, para poder lograr esa empatía en el Atlántico que no tenían ya los Char y mucho menos Roberto Gerlein. La gente reclamaba figuras jóvenes. Y quién más que yo, que tenía un contacto directo con los líderes. Ahí pasaron los años, nosotros tuvimos una separación de cuerpo, pero mantuvimos ese vínculo de familia por el hogar que teníamos. Ya veníamos separados como seis años atrás cuando Alejandro aparece en mi camino. Sí me molesta sobremanera que él salga a decir que yo fui un error. Creo que eso es ser poco hombre, canalla, sin personalidad. Cuando uno comete errores tiene que aceptarlos y pagar las consecuencias como me ha tocado a mí. Hay gente que me califica de prófuga. No soy prófuga. Estoy presa en este país y a la espera de que el presidente Duque le solicite mi extradición formalmente a Nicolás Maduro, presidente legítimo de Venezuela. Pero él no lo ha hecho.
"Aída tuvo que irse de Valledupar a Venezuela. Allá tuvo un aborto, producto de la violación. A los tres meses, en enero de 2020, fue capturada por las Fuerzas Especiales de Venezuela", cuenta María Jimena Duzán en su columna La querían matar.
Cambio: Usted nombra a Julio Gerlein y a Alejandro Char, ambos amantes suyos. Además de esa afinidad, ¿ellos tenían negocios políticos comunes a pesar de ser uno del Partido Conservador y otro de Cambio Radical?
Como en el vallenato Señora de Otto Serge, Char y Merlano tenían la forma de comunicarse para que el mensaje quedara entre los dos aunque otros estuvieran viendo. |
A.M.: Sí, siempre los tuvieron. Desde que yo empecé mi relación con Alejandro muchos fueron a donde Julio a sembrar esa cizaña y ese veneno. Pero Julio como que nunca le hizo caso a ese rumor, pero sí lo vetó para siempre. Julio no lo soportaba y Alejandro también lo odiaba. Alejandro me decía, “¿por qué no te alejas de él si ya no tienen nada?, ¿por qué no te arriesgas a irte conmigo?”. Y, de hecho, hasta matrimonio me propuso.
Cambio: ¿Pero cómo matrimonio si Álex Char es un señor casado?
A.M.: Alejandro y Julio son ambos personas que tienen años de estar separados de su sus señoras. Incluso viven en pisos distintos. Pero en la sociedad las cosas se manejan así. Allá siempre quieren mantener las apariencias. Yo siempre tuve una relación abierta con Alejandro 24/7. Estaba claro que él desde su habitación hablaba conmigo hasta la madrugada. Muchas veces no dormíamos. Es decir, era consciente de que él ya no tenía una vida sentimental con su esposa. Él estaba dispuesto a divorciarse pero yo fui la que frené esa decisión. Lo hice porque en nuestra relación pasaron cosas que son engorrosas de recordar.
Cambio: ¿Qué regalos le entregó a usted Alejandro Char?
A.M.: Alejandro, por ejemplo, me daba relojes Hublot llenos de diamantes. Me regalaba prendas de Bulgari que siempre tenían que estar escurridas de diamantes. Me regalaba collares divinos con diamantes y piedras preciosas. La prueba de eso es que a mí me incauta la Fiscalía una maleta y la retiene: la famosa maleta que califican como el tesoro de Aida Merlano. Y claro que es un tesoro porque ahí se guardaban todos los recuerdos de una relación que fue maravillosa. Yo personalmente no me arrepiento. Si acá hubo un error fue creer en él y no anticipar su traición.
Cambio: ¿Cuándo y por qué terminó su relación con Álex Char?
A.M.: A él lo amenazaron. Lo hacía su suegra, Ginger Marino de Nule; su familia, todo el mundo lo amenazaba. A mí Fuad Char, su papá, también me amenazó.
Cambio: ¿Cómo la amenazó?
A.M.: Hay un tema al que yo le tengo mucho pavor. Fue el mismo Héctor Amarís, el que me dijo que Fuad Char era muy peligroso. Me dijo que él tenía encaminado a su hijo a la presidencia y que no iba a permitir que yo me le atravesara. Sus palabras fueron: “Tú manejas a Álex con el dedo y ya Fuad se está dando cuenta. Y si él fue capaz de matar a su hermano y desaparecerlo, ¿qué crees que pueden hacer contigo?”.
“Hay un tema al que yo le tengo mucho pavor. Fue el mismo Héctor Amarís, el que me dijo que Fuad Char era muy peligroso. Me dijo que él tenía encaminado a su hijo a la presidencia y que no iba a permitir que yo me le atravesara”.
Cambio: Héctor Amarís es una persona cercana a Alejandro Char, conocida con el remoquete de El Oso Yogui. ¿Cuál era la relación que tenían ellos dos?
A.M.: Él era el que manejaba todos los temas de corrupción de Álex. Manejaba las empresas fachada, la entrega de coimas a políticos y contratistas y todos los temas financieros. Yo voy a hablar sin rodeos. Nosotros teníamos una relación hermosa. Eso se ve claro en los chats. Pero yo no soporté la presión de Héctor Amarís. Él se llenó de odio contra mí y me hizo una persecución. Alguna vez estábamos en un apartamento, yo escuché que partieron platos y pasó de todo en una cocina. Alcancé a escuchar unas cosas en esa discusión y eso fue lo que me llevó a hacerme a un lado.
Cambio: ¿Qué cosas?
A.M.: Yo soy una mujer que no tengo rivales. Mi única rival es mi yo de ayer. Pero aquí no había una relación de dos, de tres o de cuatro personas. Es decir, que además de Julio y Katia, aquí existía una relación de cinco personas. Y la verdad es que yo me hice a un lado porque me da miedo enfrentarme a alguien que tenga un interés particular. Yo creo que entre Alejandro y Héctor Amarís existió una relación que iba mucho más allá de una amistad.
"A mí me criaron en una familia compradora de votos. Yo qué voy a pensar que eso es ilegal".
Cambio: ¿Se refiere a una relación amorosa?
A.M.: Yo lo que puedo decir es que Héctor Amarís estaba enamorado de Alejandro y lo celó conmigo y fue una de las peleas que tuvieron una vez en el apartamento donde se tiraron cosas y él lo echó del lugar. Yo sí tuve miedo. Tanto así que creo que Héctor Amarís tiene que ver mucho en toda esta porquería que me sembraron a mí. Yo no quiero saber nada del clan Char. Lo único que quiero es que se haga justicia y que ellos paguen por toda la corrupción que nunca les han investigado porque siempre han tenido un fiscal de bolsillo. Quiero que sean investigados y judicializados pero, sobre todo, quiero que paguen por el daño que me hicieron. Es que a mí me pusieron una trampa en la sede política, me plantaron armas, certificados electorales y municiones para hacer ver que yo era líder de una organización criminal y tenerme presa 15 años. Ellos son una mafia peor que el Clan del Golfo y que la guerrilla porque tienen el poder económico, el poder político y el cerebro maquiavélico. Tienen el cerebro de Pablo Escobar multiplicado por 10.
Cambio: ¿El dinero que estaba en su sede política de dónde venía?
A.M.: En la Corte Suprema de Justicia ya reposan egresos, pagarés, cheques y una cantidad de trampas que me querían hacer. Hay videos, y dentro de esos videos hay uno del día que Alejandro me llevó los 500 millones de pesos, que fue un día antes de las elecciones y del allanamiento, es decir, el 10 de marzo de 2018.
Cambio: ¿Cómo venían empacados esos 500 millones de pesos?
A.M.: En pacas de billetes de 100 empacados en una caja grande. Creo que fue la primera vez que vi un billete de 100.000 pesos.
Cambio: En ese entonces, según dice usted, su relación con Álex Char estaba pasando por un buen momento. ¿Cómo se explica que haya ido a su sede de campaña para hacerle un montaje?
A.M.: Yo estoy por pensar que él lo que siempre quiso fue quitarle el poder a la casa Gerlein. Como sabía que yo era la que mandaba sobre Julio diría que para apoderarse de la región Caribe tenía que neutralizarme a mí. De pronto él se prestó para eso. Es que finalmente nosotros sí terminamos la relación pero quedamos en muy buenos términos y nos veíamos. Su sueño, según él, era hacerme senadora. Y sale un día a decirme que me lance como candidata independiente y me manda a Faisal Cure a que financie mi campaña. Él fue quien mandó 6.000 millones de pesos en maletas a mi sede política, además de cheques girados a terceros que no son contratistas, para disimular el saqueo que le estaban haciendo a los recursos públicos. Entonces detrás de todo esto hay una cantidad de cosas que se ven registradas en las cámaras. La Fiscalía participó para borrar ese registro desde el 8 de marzo hacia atrás, para que no se viera un escolta de Faisal que siempre iba con maletas llenas de dinero. Incluso, en la oficinita en donde se contaba el dinero, lo que hicieron fue borrar toda la información de esa cámara para que no quedaran huellas. Pero se les olvidó que había detalles que no podían omitir. Desaparecen todo lo de los Char, y solo aparece lo que me incrimina a mí. Lo que no sabían es que en la cámara de la cocina se iban a ver todas las brutalidades que cometieron cuando comienzan a sembrarme armas como si yo fuera bandida. Mostrar que yo compraba votos hubiera sido suficiente. Yo no creo que Colombia vaya a ser tan ingenua y tan ciega como para permitir que una familia tan mafiosa y tan peligrosa tenga el poder del país entero.
Cambio: Usted terminó en la cárcel del Buen Pastor por estos eventos. Y cuando la Corte Suprema de Justicia la citó a declarar en un proceso contra Arturo Char por compra de votos, usted fue a decir que no sabía nada. ¿Cómo entender que ahora afirme todo lo contrario?
“Un día antes de esa declaración a mí me llamaron para amenazarme y me dijeron que si yo declaraba en contra de Arturo los que iban a pagar eran mis hijos y mi papá. Entonces que, si yo quería a mi familia, lo mejor era que me quedara con la boca callada, que así me veía más bonita”.
A.M.: Un día antes de esa declaración, a mí me llamaron para amenazarme y me dijeron que si yo declaraba en contra de Arturo los que iban a pagar eran mis hijos y mi papá. Entonces que, si yo quería a mi familia, lo mejor era que me quedara con la boca callada, que así me veía más bonita. Al día siguiente yo estaba muy confiada cuando de repente me entra un mensaje recordándome que no podía decir nada que tuviera que ver con los Char. Ahí me mandan una foto del edificio donde vivía mi hija. Ahí empecé a llamarla pero no me respondía. Le pedí a una amiga que llamara a mi familia y a la Policía. Cuando llego a la audiencia me encuentro con la sorpresa de que el abogado defensor de Arturo Char era Sergio Cadena, el mismo que había ido meses antes a visitarme a la cárcel para amenazarme cuando yo, por medio de José Gómez Daza, hice público que iba a hablar de toda la corrupción y todas las porquerías que hacían el clan Char y muchos otros políticos de la región Caribe. Ahí me puse muy nerviosa y le di el teléfono de mi hija a la dragoneante del Inpec para que le avisara que no fuera a salir. Ella me dice que “unos amigos” están con mi hija en la casa esperando una razón mía. Para no asustarla le mandé a decir que tranquila, pero entendí que si yo decía algo la vida de ella estaba en peligro. Por eso guardé silencio.
Cambio: Usted acusa a los Char de haber amenazado a su familia. Pero después, según su versión, se pone en sus manos para que planeen su fuga. ¿Por qué pedirles ayuda para salir de la cárcel a las mismas personas que la estaban amenazando?
A.M.: Porque ellos no querían que yo hablara en su contra. Me dijeron que me iban a ayudar, que no querían problemas. Que lo único que buscaban era que yo guardara silencio y me fuera mientras me solucionaban los líos jurídicos en Colombia. Prometieron 20.000 cosas y pensé que cuando me declararan inocente podía volver y no pasaba nada. Eso fue lo que creí. Pero no entendí nunca que lo que realmente querían era sacarme para posteriormente asesinarme. No me podían asesinar porque todo el mundo iba a echarles la culpa a los Char. Ellos, en vista de esa situación, pensaron que lo mejor era desaparecerme. Por eso es que compran los famosos tiquetes a Barbados haciendo creer que me fui a disfrutar de la vida en una isla. Eso era lo que ellos querían demostrar. Pero el plan era matarme en una finca en Valledupar y dejarme enterrada en el Cesar.
Cambio: ¿Pero cómo matrimonio si Álex Char es un señor casado?
A.M.: Alejandro y Julio son ambos personas que tienen años de estar separados de su sus señoras. Incluso viven en pisos distintos. Pero en la sociedad las cosas se manejan así. Allá siempre quieren mantener las apariencias. Yo siempre tuve una relación abierta con Alejandro 24/7. Estaba claro que él desde su habitación hablaba conmigo hasta la madrugada. Muchas veces no dormíamos. Es decir, era consciente de que él ya no tenía una vida sentimental con su esposa. Él estaba dispuesto a divorciarse pero yo fui la que frené esa decisión. Lo hice porque en nuestra relación pasaron cosas que son engorrosas de recordar.
Cambio: ¿Qué regalos le entregó a usted Alejandro Char?
A.M.: Alejandro, por ejemplo, me daba relojes Hublot llenos de diamantes. Me regalaba prendas de Bulgari que siempre tenían que estar escurridas de diamantes. Me regalaba collares divinos con diamantes y piedras preciosas. La prueba de eso es que a mí me incauta la Fiscalía una maleta y la retiene: la famosa maleta que califican como el tesoro de Aida Merlano. Y claro que es un tesoro porque ahí se guardaban todos los recuerdos de una relación que fue maravillosa. Yo personalmente no me arrepiento. Si acá hubo un error fue creer en él y no anticipar su traición.
Cambio: ¿Cuándo y por qué terminó su relación con Álex Char?
A.M.: A él lo amenazaron. Lo hacía su suegra, Ginger Marino de Nule; su familia, todo el mundo lo amenazaba. A mí Fuad Char, su papá, también me amenazó.
Cambio: ¿Cómo la amenazó?
A.M.: Hay un tema al que yo le tengo mucho pavor. Fue el mismo Héctor Amarís, el que me dijo que Fuad Char era muy peligroso. Me dijo que él tenía encaminado a su hijo a la presidencia y que no iba a permitir que yo me le atravesara. Sus palabras fueron: “Tú manejas a Álex con el dedo y ya Fuad se está dando cuenta. Y si él fue capaz de matar a su hermano y desaparecerlo, ¿qué crees que pueden hacer contigo?”.
“Hay un tema al que yo le tengo mucho pavor. Fue el mismo Héctor Amarís, el que me dijo que Fuad Char era muy peligroso. Me dijo que él tenía encaminado a su hijo a la presidencia y que no iba a permitir que yo me le atravesara”.
Cambio: Héctor Amarís es una persona cercana a Alejandro Char, conocida con el remoquete de El Oso Yogui. ¿Cuál era la relación que tenían ellos dos?
A.M.: Él era el que manejaba todos los temas de corrupción de Álex. Manejaba las empresas fachada, la entrega de coimas a políticos y contratistas y todos los temas financieros. Yo voy a hablar sin rodeos. Nosotros teníamos una relación hermosa. Eso se ve claro en los chats. Pero yo no soporté la presión de Héctor Amarís. Él se llenó de odio contra mí y me hizo una persecución. Alguna vez estábamos en un apartamento, yo escuché que partieron platos y pasó de todo en una cocina. Alcancé a escuchar unas cosas en esa discusión y eso fue lo que me llevó a hacerme a un lado.
Cambio: ¿Qué cosas?
A.M.: Yo soy una mujer que no tengo rivales. Mi única rival es mi yo de ayer. Pero aquí no había una relación de dos, de tres o de cuatro personas. Es decir, que además de Julio y Katia, aquí existía una relación de cinco personas. Y la verdad es que yo me hice a un lado porque me da miedo enfrentarme a alguien que tenga un interés particular. Yo creo que entre Alejandro y Héctor Amarís existió una relación que iba mucho más allá de una amistad.
"A mí me criaron en una familia compradora de votos. Yo qué voy a pensar que eso es ilegal".
Cambio: ¿Se refiere a una relación amorosa?
A.M.: Yo lo que puedo decir es que Héctor Amarís estaba enamorado de Alejandro y lo celó conmigo y fue una de las peleas que tuvieron una vez en el apartamento donde se tiraron cosas y él lo echó del lugar. Yo sí tuve miedo. Tanto así que creo que Héctor Amarís tiene que ver mucho en toda esta porquería que me sembraron a mí. Yo no quiero saber nada del clan Char. Lo único que quiero es que se haga justicia y que ellos paguen por toda la corrupción que nunca les han investigado porque siempre han tenido un fiscal de bolsillo. Quiero que sean investigados y judicializados pero, sobre todo, quiero que paguen por el daño que me hicieron. Es que a mí me pusieron una trampa en la sede política, me plantaron armas, certificados electorales y municiones para hacer ver que yo era líder de una organización criminal y tenerme presa 15 años. Ellos son una mafia peor que el Clan del Golfo y que la guerrilla porque tienen el poder económico, el poder político y el cerebro maquiavélico. Tienen el cerebro de Pablo Escobar multiplicado por 10.
Cambio: ¿El dinero que estaba en su sede política de dónde venía?
A.M.: En la Corte Suprema de Justicia ya reposan egresos, pagarés, cheques y una cantidad de trampas que me querían hacer. Hay videos, y dentro de esos videos hay uno del día que Alejandro me llevó los 500 millones de pesos, que fue un día antes de las elecciones y del allanamiento, es decir, el 10 de marzo de 2018.
Cambio: ¿Cómo venían empacados esos 500 millones de pesos?
A.M.: En pacas de billetes de 100 empacados en una caja grande. Creo que fue la primera vez que vi un billete de 100.000 pesos.
Cambio: En ese entonces, según dice usted, su relación con Álex Char estaba pasando por un buen momento. ¿Cómo se explica que haya ido a su sede de campaña para hacerle un montaje?
A.M.: Yo estoy por pensar que él lo que siempre quiso fue quitarle el poder a la casa Gerlein. Como sabía que yo era la que mandaba sobre Julio diría que para apoderarse de la región Caribe tenía que neutralizarme a mí. De pronto él se prestó para eso. Es que finalmente nosotros sí terminamos la relación pero quedamos en muy buenos términos y nos veíamos. Su sueño, según él, era hacerme senadora. Y sale un día a decirme que me lance como candidata independiente y me manda a Faisal Cure a que financie mi campaña. Él fue quien mandó 6.000 millones de pesos en maletas a mi sede política, además de cheques girados a terceros que no son contratistas, para disimular el saqueo que le estaban haciendo a los recursos públicos. Entonces detrás de todo esto hay una cantidad de cosas que se ven registradas en las cámaras. La Fiscalía participó para borrar ese registro desde el 8 de marzo hacia atrás, para que no se viera un escolta de Faisal que siempre iba con maletas llenas de dinero. Incluso, en la oficinita en donde se contaba el dinero, lo que hicieron fue borrar toda la información de esa cámara para que no quedaran huellas. Pero se les olvidó que había detalles que no podían omitir. Desaparecen todo lo de los Char, y solo aparece lo que me incrimina a mí. Lo que no sabían es que en la cámara de la cocina se iban a ver todas las brutalidades que cometieron cuando comienzan a sembrarme armas como si yo fuera bandida. Mostrar que yo compraba votos hubiera sido suficiente. Yo no creo que Colombia vaya a ser tan ingenua y tan ciega como para permitir que una familia tan mafiosa y tan peligrosa tenga el poder del país entero.
Cambio: Usted terminó en la cárcel del Buen Pastor por estos eventos. Y cuando la Corte Suprema de Justicia la citó a declarar en un proceso contra Arturo Char por compra de votos, usted fue a decir que no sabía nada. ¿Cómo entender que ahora afirme todo lo contrario?
“Un día antes de esa declaración a mí me llamaron para amenazarme y me dijeron que si yo declaraba en contra de Arturo los que iban a pagar eran mis hijos y mi papá. Entonces que, si yo quería a mi familia, lo mejor era que me quedara con la boca callada, que así me veía más bonita”.
A.M.: Un día antes de esa declaración, a mí me llamaron para amenazarme y me dijeron que si yo declaraba en contra de Arturo los que iban a pagar eran mis hijos y mi papá. Entonces que, si yo quería a mi familia, lo mejor era que me quedara con la boca callada, que así me veía más bonita. Al día siguiente yo estaba muy confiada cuando de repente me entra un mensaje recordándome que no podía decir nada que tuviera que ver con los Char. Ahí me mandan una foto del edificio donde vivía mi hija. Ahí empecé a llamarla pero no me respondía. Le pedí a una amiga que llamara a mi familia y a la Policía. Cuando llego a la audiencia me encuentro con la sorpresa de que el abogado defensor de Arturo Char era Sergio Cadena, el mismo que había ido meses antes a visitarme a la cárcel para amenazarme cuando yo, por medio de José Gómez Daza, hice público que iba a hablar de toda la corrupción y todas las porquerías que hacían el clan Char y muchos otros políticos de la región Caribe. Ahí me puse muy nerviosa y le di el teléfono de mi hija a la dragoneante del Inpec para que le avisara que no fuera a salir. Ella me dice que “unos amigos” están con mi hija en la casa esperando una razón mía. Para no asustarla le mandé a decir que tranquila, pero entendí que si yo decía algo la vida de ella estaba en peligro. Por eso guardé silencio.
Cambio: Usted acusa a los Char de haber amenazado a su familia. Pero después, según su versión, se pone en sus manos para que planeen su fuga. ¿Por qué pedirles ayuda para salir de la cárcel a las mismas personas que la estaban amenazando?
A.M.: Porque ellos no querían que yo hablara en su contra. Me dijeron que me iban a ayudar, que no querían problemas. Que lo único que buscaban era que yo guardara silencio y me fuera mientras me solucionaban los líos jurídicos en Colombia. Prometieron 20.000 cosas y pensé que cuando me declararan inocente podía volver y no pasaba nada. Eso fue lo que creí. Pero no entendí nunca que lo que realmente querían era sacarme para posteriormente asesinarme. No me podían asesinar porque todo el mundo iba a echarles la culpa a los Char. Ellos, en vista de esa situación, pensaron que lo mejor era desaparecerme. Por eso es que compran los famosos tiquetes a Barbados haciendo creer que me fui a disfrutar de la vida en una isla. Eso era lo que ellos querían demostrar. Pero el plan era matarme en una finca en Valledupar y dejarme enterrada en el Cesar.
Cambio: Ese plan suena terrible, pero además muy complicado. ¿No hubiera sido más fácil matarla en la cárcel?
A.M.: Yo estaba en una sala de seguridad. Mandarme a matar era imposible porque no tenía contacto con ninguna reclusa. Pero ellos sí intentaron otra cosa peor, que fue desestabilizarme mentalmente, al punto que me mandaban a sacar de mi patio con remisiones falsas, para que me dejaran ahí mucho tiempo y tratar de enloquecerme para así desestimar mi testimonio. Traté de suicidarme varias veces, pero ninguno de mis intentos prosperó. Tomé fármacos y me corté las venas. Viví maltratos terribles. Cada semana me hacían allanamientos en la celda.
Cambio: Usted está denunciando cosas muy graves. ¿Qué sigue ahora?
A.M.: En mi caso una fuente humana no formal, que declaró el 20 de marzo, se puso a decir cosas que no sucedieron. El 9 de abril me dan orden de captura, me abren investigación y me dictan medida de aseguramiento. Es decir, en menos de 20 días pasa todo esto. Yo ahora estoy entregando las pruebas. Con esto yo creería que en menos de una semana deberían dictarle orden de captura al señor Arturo Char y que compulsen copias a la Fiscalía para que Alejandro Char sea capturado y judicializado de inmediato. Yo solo espero que la Justicia sea igual para mí que para ellos. No son solo los Char. Pero quiero que paguen por mi secuestro, mi intento de homicidio y por la violación que hasta hoy ha dejado secuelas serias en mi vida emocional. Mi mamá y mi familia sufrieron mucho con ese episodio y creo que merecemos que se haga justicia cuanto antes.
Cambio: Usted ha concentrado sus acusaciones en los Char. ¿Pero tiene en su poder pruebas que comprometan a otros grupos políticos que los rodean?
A.M.: Cuando la justicia quiere ser eficaz y eficiente se encuentran las pruebas. Es tan sencillo como hacer un allanamiento a las empresas y revisar el flujo de cheques que tienen justo en cada campaña electoral. Con eso se darían cuenta de inmediato de que esas empresas no tendrían cómo justificar esos movimientos. Y a todos les tengo secretos. Yo necesito un principio de oportunidad porque yo voy a hablar de cada político. A José Name es al primero que le voy a volar la cabeza con unas cositas que le tengo guardadas, porque aquí no se va a salvar nadie. Todos salieron a tratarme de bandida sabiendo que yo era una mujer honorable. Yo soy incapaz de robarme un solo centavo de la nación. El dinero que tengo lo trabajé yo. A mí sí me dieron regalos. Porque fui, no amante, sino mujer de dos hombres poderosos y millonarios.
Cambio: ¿De quién más va a hablar?
A.M.: Laureano Acuña, conocido como el “Gato volador”, Julio Gerlein o Alfredo Varela, por ejemplo. Yo tengo una agenda con una cantidad de alcaldes de los que no puedo hablar hasta que tenga el principio de oportunidad porque me autoincrimino. Pero cuento con una lista interminable. Puntualmente voy a hablar de José Vargas, de una persona que está aspirando a la Cámara de Representantes, a la que le giré dinero y tengo comprobantes. Voy a hablar de todos los bandidos de la región. Vayan a mi Instagram oficial, ahí todos los días voy a dejar mensajitos. Voy a contar que tuve una reunión en el Irotama y ahí se encontró Alejandro con varios candidatos a alcaldías y gobernaciones. Hablo de Sucre y Magdalena en específico. Él decía que se iba a tomar toda la región Caribe y decía que la joya de la corona era Soledad. Pero yo me le metí en Soledad, con el alcalde que ahora está elegido.
Cambio: Se refiere al alcalde Rodolfo Ucrós, cuñado del senador preso Eduardo Pulgar. Según lo que usted cuenta, parecería que Pulgar es uno de los más honrados.
A.M.: (Risas). Yo no sé si era el más honrado o no. Pero es un hombre que yo quiero como si fuera un hermano. Conmigo no se ha portado nada decente pero yo adoro a su familia y a él lo quiero aunque sea un desagradecido. Yo no podría lastimarlo, pero eso no quiere decir que no lastime a los que están a su alrededor. Voy a revisar mi agenda. A todos los que les tenga secretos, que son casi todos, voy por ellos. Tengo hasta unos pagarés firmados en blanco por unos concejales, entre esos está el señor Juan José Vergara que, no entiendo por qué, todo el tiempo me ha declarado una guerra que yo no he querido tener porque mis enemigos los escojo yo. Yo no permito que me escojan. Voy a pensar a quiénes vamos a atacar, pero que tenga yo todas las pruebas suficientes para enterrarlos, no para venir a especular. Así como la justicia fue rígida conmigo tiene que ser con todos los bandidos del departamento del Atlántico. Y pilas con la gente que me debe plata porque aunque esté lejos, yo sé cobrar. Quienes tienen que tener vergüenza son las personas que me niegan porque yo soy una persona muy digna todo el tiempo. Yo terminé involucrada en todo esto, pero es que desde niña lo que vi fue eso. A mí me criaron en una familia compradora de votos. Yo qué voy a pensar que eso es ilegal. Yo veo normal en la costa que todo el mundo compre votos. Pero de ahí a que yo sea la líder de una organización criminal, eso sí no lo acepto.
Epílogo
Ninguno de los mencionados quiso responder las afirmaciones de Aída Merlano. Fuad Char recibió mensajes de texto, pero no los atendió. Solo Héctor Amarís, conocido como el “Oso Yogui”, respondió que no tenía nada que decir y que él estaba alejado de todo.
A.M.: Yo estaba en una sala de seguridad. Mandarme a matar era imposible porque no tenía contacto con ninguna reclusa. Pero ellos sí intentaron otra cosa peor, que fue desestabilizarme mentalmente, al punto que me mandaban a sacar de mi patio con remisiones falsas, para que me dejaran ahí mucho tiempo y tratar de enloquecerme para así desestimar mi testimonio. Traté de suicidarme varias veces, pero ninguno de mis intentos prosperó. Tomé fármacos y me corté las venas. Viví maltratos terribles. Cada semana me hacían allanamientos en la celda.
Cambio: Usted está denunciando cosas muy graves. ¿Qué sigue ahora?
A.M.: En mi caso una fuente humana no formal, que declaró el 20 de marzo, se puso a decir cosas que no sucedieron. El 9 de abril me dan orden de captura, me abren investigación y me dictan medida de aseguramiento. Es decir, en menos de 20 días pasa todo esto. Yo ahora estoy entregando las pruebas. Con esto yo creería que en menos de una semana deberían dictarle orden de captura al señor Arturo Char y que compulsen copias a la Fiscalía para que Alejandro Char sea capturado y judicializado de inmediato. Yo solo espero que la Justicia sea igual para mí que para ellos. No son solo los Char. Pero quiero que paguen por mi secuestro, mi intento de homicidio y por la violación que hasta hoy ha dejado secuelas serias en mi vida emocional. Mi mamá y mi familia sufrieron mucho con ese episodio y creo que merecemos que se haga justicia cuanto antes.
Cambio: Usted ha concentrado sus acusaciones en los Char. ¿Pero tiene en su poder pruebas que comprometan a otros grupos políticos que los rodean?
A.M.: Cuando la justicia quiere ser eficaz y eficiente se encuentran las pruebas. Es tan sencillo como hacer un allanamiento a las empresas y revisar el flujo de cheques que tienen justo en cada campaña electoral. Con eso se darían cuenta de inmediato de que esas empresas no tendrían cómo justificar esos movimientos. Y a todos les tengo secretos. Yo necesito un principio de oportunidad porque yo voy a hablar de cada político. A José Name es al primero que le voy a volar la cabeza con unas cositas que le tengo guardadas, porque aquí no se va a salvar nadie. Todos salieron a tratarme de bandida sabiendo que yo era una mujer honorable. Yo soy incapaz de robarme un solo centavo de la nación. El dinero que tengo lo trabajé yo. A mí sí me dieron regalos. Porque fui, no amante, sino mujer de dos hombres poderosos y millonarios.
Cambio: ¿De quién más va a hablar?
A.M.: Laureano Acuña, conocido como el “Gato volador”, Julio Gerlein o Alfredo Varela, por ejemplo. Yo tengo una agenda con una cantidad de alcaldes de los que no puedo hablar hasta que tenga el principio de oportunidad porque me autoincrimino. Pero cuento con una lista interminable. Puntualmente voy a hablar de José Vargas, de una persona que está aspirando a la Cámara de Representantes, a la que le giré dinero y tengo comprobantes. Voy a hablar de todos los bandidos de la región. Vayan a mi Instagram oficial, ahí todos los días voy a dejar mensajitos. Voy a contar que tuve una reunión en el Irotama y ahí se encontró Alejandro con varios candidatos a alcaldías y gobernaciones. Hablo de Sucre y Magdalena en específico. Él decía que se iba a tomar toda la región Caribe y decía que la joya de la corona era Soledad. Pero yo me le metí en Soledad, con el alcalde que ahora está elegido.
Cambio: Se refiere al alcalde Rodolfo Ucrós, cuñado del senador preso Eduardo Pulgar. Según lo que usted cuenta, parecería que Pulgar es uno de los más honrados.
A.M.: (Risas). Yo no sé si era el más honrado o no. Pero es un hombre que yo quiero como si fuera un hermano. Conmigo no se ha portado nada decente pero yo adoro a su familia y a él lo quiero aunque sea un desagradecido. Yo no podría lastimarlo, pero eso no quiere decir que no lastime a los que están a su alrededor. Voy a revisar mi agenda. A todos los que les tenga secretos, que son casi todos, voy por ellos. Tengo hasta unos pagarés firmados en blanco por unos concejales, entre esos está el señor Juan José Vergara que, no entiendo por qué, todo el tiempo me ha declarado una guerra que yo no he querido tener porque mis enemigos los escojo yo. Yo no permito que me escojan. Voy a pensar a quiénes vamos a atacar, pero que tenga yo todas las pruebas suficientes para enterrarlos, no para venir a especular. Así como la justicia fue rígida conmigo tiene que ser con todos los bandidos del departamento del Atlántico. Y pilas con la gente que me debe plata porque aunque esté lejos, yo sé cobrar. Quienes tienen que tener vergüenza son las personas que me niegan porque yo soy una persona muy digna todo el tiempo. Yo terminé involucrada en todo esto, pero es que desde niña lo que vi fue eso. A mí me criaron en una familia compradora de votos. Yo qué voy a pensar que eso es ilegal. Yo veo normal en la costa que todo el mundo compre votos. Pero de ahí a que yo sea la líder de una organización criminal, eso sí no lo acepto.
Epílogo
Ninguno de los mencionados quiso responder las afirmaciones de Aída Merlano. Fuad Char recibió mensajes de texto, pero no los atendió. Solo Héctor Amarís, conocido como el “Oso Yogui”, respondió que no tenía nada que decir y que él estaba alejado de todo.
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