La violencia en el país no da tregua y el año 2022 al igual que el anterior, se ha posicionado como uno de los más peligrosos para los líderes sociales.
Según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz -Indepaz- y la Fundación Paz y Reconciliación -Pares-, en lo que va del 2022 se han registrado nueve muertes de líderes sociales y diez masacres en el país.
Una de las víctimas era menor de edad. Cumplió 14 años edad, quería ser guardia indígena y fue asesinado por las disidencias de las Farc. Otra fue una médica que defendía la restitución de tierras y residía en el Meta; fue encontrada a las orillas del rio luego de durar más de tres días desaparecida. A esta lista se suma la muerte de un profesor defensor de derechos ambientales en Antioquia y otros que por defender su comunidad y su entorno, fueron encontrados sin vida.
“El 2022 inició con graves afectaciones en contra de líderes y lideresas sociales a lo largo del país”, aseguró Pares en un informe este domingo 23 de enero: “El escenario muestra una degradación de la violencia que debe alertar tempranamente a toda la comunidad internacional”.
Pero estos no fueron los únicos eventos que permitieron ver las consecuencias del conflicto armado, pues a estos homicidios se les suman las masacres que se han reportado y que sigue un canon parecido al de 2021, pues en 20 días se presentaron un promedio de 10 masacres, es decir, un cada dos días. Los métodos en todos los crímenes son similares, usualmente llegan armados a una zona y sacan de sus hogares a un grupo de personas para posteriormente asesinarlas con arma de fuego.
Las masacres se cometen como un tipo de “violencia que impacta en lo simbólico y que atemoriza al enemigo y a la población civil”, explicó Diego Alejandro Restrepo, analista de Pares a la agencia Efe y añadió que estas prácticas no son para establecer control territorial sino para imponer normas sociales mediante la intimidación y el miedo.
Al desalentador panorama en contra de la población civil, se le suman los otros hechos violentos registrados en Arauca y ejecutados por el Eln, donde en los dos primeros días de 2022 asesinaron a 27 personas, desplazaron varias familias y comenzaron una disputa por territorio contra las disidencias de las Farc.
El último hecho de violencia que se vivió en esta zona se presentó cuando hombres en moto lanzaron un explosivo contra las instalaciones de “Oxígenos del Llano”, una de las principales proveedoras de este material para las instalaciones hospitalarias del departamento, ubicadas sobre la carretera que conduce entre Arauca y el sector La Antioqueña, vereda Mategallina.
El inmueble afectado es de propiedad del empresario arauqueño, Oscar Evelio Durán Rodríguez y el ataque ocurrió después de la liberación de su suegra, la también comerciante, Narda Cisneros, quien fue liberada después de un “secuestro exprés”.
Fuente: La Regional
Una de las víctimas era menor de edad. Cumplió 14 años edad, quería ser guardia indígena y fue asesinado por las disidencias de las Farc. Otra fue una médica que defendía la restitución de tierras y residía en el Meta; fue encontrada a las orillas del rio luego de durar más de tres días desaparecida. A esta lista se suma la muerte de un profesor defensor de derechos ambientales en Antioquia y otros que por defender su comunidad y su entorno, fueron encontrados sin vida.
“El 2022 inició con graves afectaciones en contra de líderes y lideresas sociales a lo largo del país”, aseguró Pares en un informe este domingo 23 de enero: “El escenario muestra una degradación de la violencia que debe alertar tempranamente a toda la comunidad internacional”.
Pero estos no fueron los únicos eventos que permitieron ver las consecuencias del conflicto armado, pues a estos homicidios se les suman las masacres que se han reportado y que sigue un canon parecido al de 2021, pues en 20 días se presentaron un promedio de 10 masacres, es decir, un cada dos días. Los métodos en todos los crímenes son similares, usualmente llegan armados a una zona y sacan de sus hogares a un grupo de personas para posteriormente asesinarlas con arma de fuego.
Las masacres se cometen como un tipo de “violencia que impacta en lo simbólico y que atemoriza al enemigo y a la población civil”, explicó Diego Alejandro Restrepo, analista de Pares a la agencia Efe y añadió que estas prácticas no son para establecer control territorial sino para imponer normas sociales mediante la intimidación y el miedo.
Al desalentador panorama en contra de la población civil, se le suman los otros hechos violentos registrados en Arauca y ejecutados por el Eln, donde en los dos primeros días de 2022 asesinaron a 27 personas, desplazaron varias familias y comenzaron una disputa por territorio contra las disidencias de las Farc.
El último hecho de violencia que se vivió en esta zona se presentó cuando hombres en moto lanzaron un explosivo contra las instalaciones de “Oxígenos del Llano”, una de las principales proveedoras de este material para las instalaciones hospitalarias del departamento, ubicadas sobre la carretera que conduce entre Arauca y el sector La Antioqueña, vereda Mategallina.
El inmueble afectado es de propiedad del empresario arauqueño, Oscar Evelio Durán Rodríguez y el ataque ocurrió después de la liberación de su suegra, la también comerciante, Narda Cisneros, quien fue liberada después de un “secuestro exprés”.
Fuente: La Regional
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