lunes, 27 de septiembre de 2021

Grave denuncia hace federación sindical del sector público colombiano


 La nueva reforma tributaria, liquida la negociación colectiva estatal

El  pasado  24  de  agosto  del  año  en  curso,  a  través  del  comunicado  19,  titulado “REFORMA TRIBUTARIA: CÓMO ORDENE SU MAJESTAD ¡ARRR!”, se exhortó a la reflexión y  alerta general, ante  la  maniobra  retrechera  del  gobierno  Duque,  de  presentar  y  hacer  aprobar  en  el  congreso  de  la república una nueva versión de reforma tributaria. Viéndose obligado a retirar el anterior proyecto que motivó el rechazo y detonó la indignación popular en el marco del PARO NACIONAL 28A, convirtiéndolo  en  un  histórico  estallido  social,  se  detallaron  elementos  sustanciales  de  las  causas, motivos,  contexto  nacional  e  internacional,  volumen  de  la  deuda  externa  y  políticas  de  regla  fiscal esgrimidas  por  el  gobierno  nacional,  para  aprobar  la  nueva  reforma  tributaria,  en  cumplimiento  de  la exigencias  neocolonialistas  de  los  organismos  multilaterales,  FMI  y  OCDE.

 De igual manera, se planteó,  cual  debería  ser  el  papel  de  los  sindicatos,  propuestas  de  plan  de  acción,  para  adelantar desde la particularidad de los trabajadores estatales y del movimiento sindical, las tareas en oposición y  resistencia  contra  el  modelo  económico  neoliberal  y  el  régimen  político  autoritario  presidencial neofascista, sincronizadas con la dinámica movilizadora del “Comité  Nacional  de  Paro”. Las advertencias frente a los hechos consumados otorgan la razón. Como el preámbulo de lo que podrán ser las elecciones de 2022, el bloque de poder de clases dominantes, representado por las mayorías de  derecha  en  el  Congreso  y  violando  todas  las  normas  de  participación  de  la  bancada  política alternativa,  por  la  llamada  vía  exprés  y  a  “pupitrazo”  limpio,  aprobó  con  el  farsandulero  nombre  “DE INVERSIÓN SOCIAL”, la ley 2155 de 14 de septiembre de 2021, que es la nueva reforma tributaria. En el  artículo  19  de  dicha  ley,  queda  sentenciada  la  nueva  realidad  de  los  servidores  públicos  de Colombia, a través de un próximo decreto reglamentario de austeridad y racionalización de gastos de funcionamiento para un periodo de 10 años:  

"ARTÍCULO 19°. PLAN DE AUSTERIDAD Y EFICIENCIA EN EL GASTO PÚBLICO.  
 
En desarrollo del mandato del artículo 209 de la Constitución Política y con el compromiso de reducir el Gasto Público, en el marco de una política de austeridad, eficiencia y efectividad en el uso de los recursos públicos, durante los siguientes 10 años contados a partir de la entrada en vigencia  de  la  presente  ley,  el  Gobierno  nacional anualmente  reglamentará  mediante  decreto un  Plan  de  Austeridad  del  gasto  para  cada vigencia  fiscal  aplicable  a  los  órganos  que  hacen parte  del  Presupuesto  General  de  la Nación.  Mediante este Plan de Austeridad se  buscará obtener para el periodo 2022-2032 gradualmente un ahorro promedio anual de $1.9 billones de pesos a precios de 2022, mediante la limitación en el crecimiento anual del gasto por adquisición de bienes y servicios, la reducción de gastos destinados a viáticos, gastos de viaje, papelería,  gastos de  impresión,  publicidad,  adquisición  de  vehículos  y  combustibles  que  se utilicen  en actividades  de  apoyo  administrativo,  la  reducción  en  la  adquisición  y  renovación de teléfonos  celulares  y  planes  de  telefonía  móvil,  internet  y  datos,  la  reducción  de  gastos de arrendamiento  de  instalaciones  físicas,  y,  en  general,  la  racionalización  de  los  gastos de funcionamiento. Para el logro de este Plan de Austeridad el Gobierno nacional también propondrá al Congreso de  la  República  una  reducción  en  un  porcentaje  no inferior  al  cinco  por  ciento  (5%)  anual, durante  los  próximos  cinco  (5)  años,  de  las transferencias  incorporadas  en  el  Presupuesto General de la Nación.”


Por  lo  tanto:  Como  política  de  marchitamiento,  hacia  su  desmonte,  el  modelo  de  simulación  de negociaciones  colectivas  en  el  sector  público  se  impondrá,  similar  a  la  recientemente  finalizada  del ámbito  general,  en  la  cual  se  firmó  el  Acuerdo  Nacional  Estatal  “ANE  2021”,  que  además  del sistemático incumplimiento acumulado en los cuatro acuerdos nacionales anteriores, lo que evidencia es un elevado porcentaje de desacuerdos, considerados por el gobierno como acuerdos.

El Decreto de progresividad para garantizar la continuidad de los acuerdos colectivos firmados en años anteriores,  lleva  dos  años  demorado,  pretendiendo  imponer  unilateral  y  autoritariamente  el  elemento de  regresividad  hacia  el  desmonte  de  lo  pactado  y  ahora  con  la  nueva  reforma  tributaria,  negar  su aplicación.


Las actuales negociaciones del ámbito particular en entidades del orden nacional como territorial, son objeto del mismo tratamiento y se están desviando a los temas del interés patronal, conduciendo a los trabajadores  al  debate  y  firma  de  proyectos,  o  reformas,  o  planes  de  modernización  y  ajustes  de plantas  de  personal,  que  significarán  la  reducción  de  plantas,  supresión  de  cargos  de  carrera, eliminación de dependencias, liquidación y privatización de entidades, aumento de la contratación por servicios prestados, con la total deslaboralización y tercerización de las funciones y servicios públicos estatales.


En consecuencia:


Se equivocan en las negociaciones colectivas del ámbito general y particular, los dirigentes sindicales que optan por creer en la buena fe de los negociadores del Patrón Estado, cayendo en la rogativa y el agradecimiento  a  los  negociadores  patronales  del  orden  institucional  y  territorial,  que  simplemente están allí para cumplir los protocolos legales y negar las peticiones.


La realidad en las distintas mesas de negociación colectiva, antes que jurídica es política. La falta de voluntad  del  empleador,  simplemente  manifiesta  la  existencia  de  una  directriz  que  apunta  a  debilitar tales espacios bipartitos y paritarios, que, como expresión de democracia participativa, son la manifestación real y efectiva del derecho de asociación sindical.

La alternativa es confrontar, oponer y resistir el modelo y el régimen, mediante la movilización unitaria y  masiva,  como  el  único  camino  para  defender  el  salario,  el  empleo  público,  el  Estado  de  Social  y democrático de Derecho, la paz con justicia social.

Desde la particularidad de cada entidad y la coexistencia de numerosos sindicatos de base, hay que lograr coordinación entre los sectores clasistas, realizando asambleas virtuales, semipresenciales, con usuarios y ciudadanos que acceden a la atención, preparando distintas acciones escalonadas hacia un PARO  NACIONAL  ESTATAL,  frente  a  la  inminente  masacre  laboral  estatal  por  la  vía  de  reforma administrativa, congelamiento salarial por 10 años, levantamiento de la ley de garantías y aumento de las  nóminas  paralelas.  El  28  de  septiembre,  es  una  nueva  fecha  para  elevar  la  capacidad  de movilización, organización y lucha de los trabajadores estatales.  

Comité Ejecutivo Nacional de FENALTRASE

Williams Reyes Morales
Presidente Nacional

Hernán Sierra
Secretario General

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