"Jóvenes a la U": el negocio de las Instituciones de Educación Superior (IES) privadas.
A pesar de que en Bogotá se requieren por lo menos 40 mil nuevos cupos de educación superior para conseguir una tasa de tránsito inmediato de 100%, en el vigente Plan Distrital de Desarrollo (PDD 2020-2024), en el artículo 13: Programas estratégicos-Propósito 1, se dejó establecida como una de las metas el garantizar tan solo 20 mil nuevos cupos mediante un supuesto nuevo modelo. Con esta finalidad, la Alcaldía creó el programa “Jóvenes a la U” el cual realizó sus primeras convocatorias en el año 2021. El beneficio obtenido por parte de los jóvenes seleccionados, a través de las tres líneas con las que cuenta el Programa, es el de cubrir los costos a los estudiantes activos relacionados con la matrículaen la respectiva Institución de Educación Superior (IES), así como brindar un apoyo económico de sostenimiento: 1 SMLMV por semestre, esto en el periodo de tiempo establecido de duración del respectivo programa al que haya ingresado. En relación con la matrícula, en el caso en el que el beneficiario haya ingresado a una IES privada esta debe cubrir el 30% del costo respectivo y, en el caso de las IES oficiales, el costo será garantizado hasta el 100% por la Administración Distrital.
Para el desarrollo del programa “Jóvenes a la U” la Administración Distrital en 2021 estableció 33 convenios marco (hasta 2029 calculando la graduación de los beneficiarios) y 33 convenios derivados hasta julio de 2022 que cubren los semestres 2021-2 y 2022-1, con 33 IES respectivamente, es decir, dos convenios con cada IES. Con base en lo establecido en los convenios derivados, el Programa busca garantizar la matrícula de los dos primeros semestres (2021-2 y 2022-1) para un total de 10.405 beneficiarios para lo que la Administración Distrital comprometió un monto de $37.698.445.000. Si se hace un análisis general de la implementación del Programa a partir de los convenios con los que inició su ejecución y con los cuales se contempló cubrir más de la mitad de la meta comprometida en el PDD, se pueden destacar los siguientes aspectos:
1. De las 33 IES que participan del Programa, 6 son oficiales (18,18%) y 27 son privadas (81,82%).
2. Del total de los aportes asumidos por la Secretaría de Educación del Distrito (SED), 52,65% van dirigidos a IES oficiales y 47,35% a IES privadas, es decir, casi que participan en la misma proporción en relación con el total del recurso. No obstante, las IES oficiales recogen al 72% de los beneficiarios (7.498), mientras que las IES privadas tan solo el 27,9% (2.907).
3. En promedio, la SED estaría pagando anualmente (2021-2 y 2022-1) por beneficiario $6.140.369 y semestralmente $3.070.184 en una IES privada,
mientras en una IES oficial $2.647.158 anualmente y $1.323.579 por semestre. Es decir, en una IES privada un beneficiario cuesta 2,3 veces más de lo que cuesta en una IES oficial.
4. Acorde con el costo promedio por beneficiario, si los más de $37.698 millones seinvirtieran exclusivamente en IES oficiales el total de beneficiarios no serían 10.405 sino 14.241, es decir, 3.836 beneficiarios más.
Si se hace un análisis en específico de costos de matrícula, asumidos por la SED por beneficiario, colocando a la Universidad Distrital en comparación con otras IES privadasdel Programa agregando la variable de idoneidad (calidad), se obtienen los siguientes resultados:
Como se puede observar, la Universidad Distrital (UD), como IES oficial, en todos los casos, comparada con IES privadas de igual o menor idoneidad (calidad) según los criterios establecidos por el Programa, resulta superior en términos de costo–eficiencia. En relación con la Universidad de los Andes, que es calificada como de igual idoneidad (calidad), con el costo asumido por la SED por un (1) beneficiario en esta IES se podrían cubrir 11,78 beneficiarios en la UD.
Por todo lo expuesto se puede concluir que el programa “Jóvenes a la U” es la versión distrital de la política neoliberal que ha predominado en el país en relación con la financiación y la gestión de la educación superior. Esto es, financiar con recursos públicos, no el fortalecimiento de las IES oficiales y el correspondiente derecho a la educación garantizado para toda la población a través de su oferta, sino el negocio oculto de las IES privadas, como en oportunidades pasadas se denunció en relación con programas similaresnacionales como Ser Pilo Paga y Generación E.
Además, cabe destacar que, al no entrar este recurso a la base presupuestal de las IES, los efectos de aumento de cobertura conseguidos en lo inmediato se recogerán en el mediano y largo plazo desapareciendo con esta política de gobierno pues no se aumenta la capacidad real instalada de las IES, específicamente de las IES oficiales, por lo que no se convierte en una verdadera política de Estado con impactos a largo plazo. Sumado, se malgastan los recursos públicos al utilizarlos de manera ineficiente en favorecimiento del negocio privadode la educación superior, perjudicando a las IES oficiales cuya financiación es obligacióndel Estado, en el caso de la Universidad Distrital obligación principalmente de la Alcaldía de Bogotá, y actuando en perjuicio de la juventud capitalina que sueña con estudiar, perouna vez más se le niegan las condiciones para ello.
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