martes, 13 de septiembre de 2016

Revictimizan a los campesinos

Por: Roque Monterrosa


Con lágrimas en los ojos y consternación las más de 300 familias que se encuentra hoy en  proceso de recuperación de tierra en Arjona Bolívar, en la finca la sorpresa fueron desalojadas.


Todo un despliegue de fuerza, con policías, el esmad, el ejército y hasta la misma institucionalidad que debe velar por los derechos de estas personas que se encuentran en la finca la sorpresa, cuyo tratamiento ante la ley goza de una especial atención, por su misma condición de desarraigado, de víctimas de este cruenta guerra impuesta por los poderosos de este país. Se fueron de manera violenta contra inermes campesinos, víctimas del conflicto armado e indígenas, para seguir la senda de la revictimización a la cual el estado está acostumbrado.Enseres quemados, cambuches destruidos, sin alimentos y agua, alta vulnerabilidad en salud. Los campesinos fuera de la finca al costado de la carretea, viendo pasar camiones cargados de ganado, para justificar posesión de tierras en completo abandono, eso es lo que le queda a estas familias.


Tal como lo manifestó el caminante Víctor Manuel Moncayo en debate público con el entonces siniestro presidente de la República y hoy senador de la República, “que la única representación del estado no es la fuerza pública, sino la institucionalidad al servicio de la comunidad en representación de los médicos, los maestros y demás agentes del estado” en pro de garantizar una vida digna a sus ciudadanos y ciudadanas a lo largo y ancho de este país.


Esto para manifestar que así se sintieron ese día del desalojo las más de 300 familias quien reclaman una caracterización de la institucionalidad competente para verificar; que quienes están ahí son sujetos de derechos especiales, que en recurrentes ocasiones han sido revictimizados, sin que el estado tome cartas en  el asunto a pesar de todas las sentencias, autos, decretos leyes y demás cuerpo normativo para la verdadera reparación integral y garantías de repetición a estas víctimas del conflicto armado en Colombia. Por el contrario vieron una vez más la fuerza del estado expresada en su máquina de guerra y discriminación hacia la población más vulnerable de este país. Se aposto toda la institucionalidad en contra de los campesinos, niños y niñas, madres cabezas de hogar, adultos mayores, personas con discapacidad, para defender la propiedad privada de los terratenientes, testaferros y narcoparamilitares.  Es decir una vez más el estado al servicio de los poderos de este país.


Señor presidente y  demás institucionalidad competente en el asunto, den la cara al país, den la cara a esta situación que viven estas más de 300 familias que se encuentra recuperando lo que un día le quitaron a sangre y fuego en sus respectivos territorios. Y no solo está 300 familias sino los 7, 7 millones de víctimas que han sido arrojadas a la calle y deambulan en las grandes ciudades que hoy los albergan de manera indigna. Seamos consecuentes con todo lo discutido en la habana, cuba, para finalizar de una vez por toda con este conflicto armado y empezar a construir un país en paz. Donde los campesino y víctimas del conflicto armado de una vez por toda este donde deben estar. En sus territorios. De donde nunca debieron ser desplazados.




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