Aálisis Urbano
En recientes investigaciones, los medios han puesto de nuevo a resonar el nombre de Pedro Pistolas
y su posible relación con el director de Fiscalías Medellín, Germán
Darío Giraldo Jiménez. Desde inicios de este año, Análisis Urbano viene
denunciando esta irregular situación, además de advertir que policías de
la Sijín prestan seguridad al “escurridizo” capo, como lo denominó la revista Semana en artículo reciente,
el cual cierra diciendo: “Si la Policía logra avanzar en sus
investigaciones, pronto los paisas sabrán si Pedro Pistolas es un
fantasma o el capo del centro”. Pues bien, el sujeto no es una ilusión
fantasmagórica, es un hombre que no se escurre de las autoridades sino
que goza de protección oficial, se llama Pedro Piedrahita y es hijo del
primer matrimonio del paramilitar Francisco Javier Piedrahita, quien fue presidente, representante legal y fundador de la Convivir Nuevo Amanecer, después comandadas por Rodrigo Mercado Peluffo, alias Cadena.
Es irónico que un medio regional, como
es Análisis Urbano, sin los recursos que posee la inteligencia militar y
los organismos oficiales de persecución de la delincuencia, pudiera
determinar la identidad del capo, mientras que el trabajo ha sido
extremadamente difícil para la Fiscalía de Medellín. O por el contrario,
se hace posible la hipótesis de una aparente relación o posible
protección por parte del director de la seccional hacia el sujeto
conocido como Pedro Pistolas.
En el centro de Medellín se sabe que
Pedro Pistolas es el responsable de las extorsiones que padece la
población comerciante del sector, así como que es el dueño de varios
hoteles en los que guarda la droga que expenden y también controla el
negocio de la prostitución y el contrabando. Las denuncias fueron
confirmadas por investigadores judiciales del CTI a este medio, pero el
sujeto continua sin que una orden de captura se libre en su contra en
la Fiscalía.
Sumado a su identidad, Análisis Urbano
también conoció que Pedro Piedrahita, alias Pedro Pistolas, tenía una
finca en el municipio de Don Matías, en el sector El Alto, junto al
peaje; también tuvo hasta hace poco tuvo una cantera junto al peaje de
Taraza; y junto a su papá, eran propietarios de la finca La Linda
ubicada en el municipio de Tolú, departamento de Sucre.
Junto a su padre, poseían otras fincas
en Tolú, pero debido a la guerra que emprendió en este territorio el
grupo paramilitar de Francisco Javier Piedrahita, papá de Pedro
Pistolas, contra habitantes de la población y contra las Farc, esta
guerrilla le quemó varias propiedades.
Igualmente, parece que heredó la finca Zimba, ubicada en Palmito Sucre, que perteneció a su padre.
Según fue informado a Análisis Urbano,
Francisco Javier Piedrahita, el ex jefe paramilitar padre de Pedro
Pistolas, habría muerto de un infarto en el Parque de Sincelejo en el
2014. Desde entonces su hijo habría heredado el negocio criminal aunque
lo venía controlando muchos años antes, con sede en un centro comercial
de Medellín.
Pedro Pistolas, entre muchos bienes,
también cuenta con dos fincas que usa aparentemente de veraneo: una
ubicada en Venecia y otra en San Jerónimo, ambos municipios antioqueños.
De acuerdo a información recibida por fuentes que pidieron reservar su
identidad por razones de seguridad, la finca ubicada en San Jerónimo, al
parecer, sería utilizada recurrentemente por German Giraldo el director
seccional de Fiscalía Medellín. Según las denuncias, Giraldo habría
llevado a las secretarías de la Fiscalía a celebrar el día de la
secretaria en este lugar, y no es la primera vez que personal de la
Fiscalía habría acudido a este predio junto al director seccional. Y acá
es deber recordar que Pedro Pistolas es un sujeto que no cuenta con
orden de captura.
El operar de Pedro Pistolas
Este medio también conoció que, en el
pasado, Pedro Piedrahita (Pedro Pistolas) aparentemente tuvo problemas
con Jesús Ignacio Roldán, alias Monoleche, encargado de la Convivir
Abibe. Al parecer, este último culpó a Pedro Pistolas y a un cuñado, de
ser los autores del asesinato de varias personas en Planeta Rica,
municipio cordobés, en el que habría caído un pariente de Monoleche,
razón por la cual se habría desatado una guerra cuyo lema era “sangre
derramada no se olvida”.
Razones que posiblemente tuvieron que
ver con el atentado que sufrió Pedro Pistolas en el barrio Laureles,
donde fue víctima de un atentado a bala en mayo de 2012.
También se dice que fue protagonista en la guerra que vivió el centro de Medellín en 2014 y que Análisis Urbano cubrió con una serie de reportajes.
Aparentemente, Pedro Pistolas ha sido uno de los principales jefes de
las convivir del centro pero cubrió su operar detrás del accionar de
los alias Diadema y Carnero, delincuentes hoy capturados. Supuestamente,
cuenta con un ejército de sicarios que son hombres que habitan en
Comuna 8 y están bajo el mando de alias Camarada o Hugo T. Así mismo,
para él trabajarían la banda La Roja que opera en el sector Villa
Hermosa, y Los Conejos, del sector Enciso, ambos sectores que hacen
parte de comuna 8.
Este sería el perfil y algunos de los
bienes y negocios de Pedro Pistolas, el personaje al que ningún fiscal
de Medellín, incluido el director de la seccional, se atreve a librar
orden de captura. No está de más recordar que las denuncias hechas por
los medios de comunicación se constituyen en sí como noticias criminales
y son de obligatoria indagación por parte de la Fiscalía.
Vea la nota completa en este video
Análisis Urbano
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