Alonso Ojeda Awad
Nunca hay que creer ciegamente en las encuestas, ni tampoco desconocer completamente su valor, pues lo que hacen en el mejor sentido de la palabra, es darnos una información parcial del estado de ánimo de la opinión, en relación a candidatos o movimientos políticos en trance eleccionario en una unidad de tiempo determinada y concreta.
Los colombianos tenemos la rara costumbre de creer a pie juntillas o negar del mismo modo las diferentes encuestas según como haya sido su acierto o desacierto frente a algún fenómeno en observación. Por ejemplo, cuando fallaron estruendosamente con el resultado del plebiscito, fueron desvirtuadas e invalidadas ampliamente, aún como soporte de análisis y reflexión. Sin embargo, pienso que: Nunca hay que creer ciegamente en las encuestas, ni tampoco desconocer completamente su valor, pues lo que hacen en el mejor sentido de la palabra, es darnos una información parcial del estado de ánimo de la opinión, en relación a candidatos o movimientos políticos en trance eleccionario en una unidad de tiempo determinada y concreta.
En este sentido, me pareció oportuno ocuparme de las últimas encuestas realizadas, cuyos resultados pudimos ver y analizar a través de los medios de comunicación la semana pasada. Lo más importante es resaltar el hecho de que los colombianos creemos hoy más que nunca, que debemos llegar a un Acuerdo con las guerrillas de las Farc, para terminar ese viejo y absurdo conflicto armado que en esta última versión lleva ya casi 70 años. El 77% de las personas encuestadas consideraron necesario insistir en el camino de los diálogos hasta lograr un acuerdo de Paz que nos represente a todos los colombianos. Este punto es vital para el inmediato futuro de nuestra nación, no persistir en situaciones de violencia o lucha armada, y por el contrario aprovechar las oportunidades políticas que se abren a cada instante denominadas coyunturas, para articular allí el nuevo devenir histórico.
Durante más de 20 años que las encuestas se han preguntado por el fin del conflicto, es la primera vez que llega tan alto, al responder positivamente, casi al 80% de la población. Esto quiere decir que la gente está “mamada” de esta guerra inútil y costosa, que manda un mensaje claro, para que los dirigentes de la nación y de las guerrillas entiendan que deben buscar ya, sin más dilaciones un Acuerdo de Paz que les permita a las fuerzas en contienda superar las dificultades, y más bien pasar a los planos concretos de la implementación definitiva de los puntos aprobados que garantizan la convivencia en la gran familia colombiana.
Otro punto importante es el cambio de la sociedad hacia una opinión favorable de las Farc que casi llega ya al 20%. En este sentido, la población les está diciendo a la guerrilla que si persiste en este camino del dialogo, el perdón y la Paz, tenga la seguridad que será generosa con ellos, generosidad que se podrá ver convertida en una importante votación, para que transitando los caminos democráticos puedan llevar a cabo las transformaciones políticas y económicas que tanto requiere nuestra sociedad en pleno siglo XXI. Las Farc deben darse cuenta de esta esperanzadora realidad. Si apenas con el anuncio del desmonte del aparato militar y la disposición de creación de un partido o movimiento político, logran un 20% de reconocimiento ¿cómo será el día en que se concrete, y sus cuadros y dirigentes comprometidos en una actitud de pedir perdón a las víctimas y compenetrados de alma, corazón y vida con los sectores más humildes de nuestra nación? Podrá llegar a ser un fenómeno político en las elecciones, como le ocurrió al M-19, a quienes después de haber firmado la Paz, la sociedad colombiana les entregó en agradecimiento más de un millón de votos en las elecciones parlamentarias del momento.
Otro dato de importancia que recogemos, es el que tienen que ver con la próxima elección presidencial del año 2018, cuyos candidatos ya comienzan a organizarse en el imaginario de la opinión pública. Sobresale el nombre de Humberto de la Calle con una opinión favorable de casi el 60% y con una desfavorabilidad del 15%. En esta forma la ciudadanía reconoce el talante de estadista del Dr. De la Calle y como una muestra de generosidad y agradecimiento por sus esfuerzos inagotables por llevar a buen final el Acuerdo de Paz, lo pone en medio de sus preferencias en la primera opción ciudadana para la Presidencia de la Republica. Es de tal magnitud la admiración y el aprecio de la población colombiana que lo ubica por encima del senador Álvaro Uribe Vélez, del ministro German Vargas Lleras, del exgobernador de Antioquia Sergio Fajardo y del excandidato presidencial Oscar Iván Zuluaga.
Así las cosas, la opinión colombiana está dando significativas muestras de madurez política al respaldar de manera amplia y generosa el Acuerdo político que nos permita superar la barbarie de estos largos años de violencia; y por otro lado, envían un mensaje positivo a las Farc, anunciándoles su apoyo y reconocimiento si persisten en el camino de la Paz, de la desmovilización del aparato militar y la transformación en un nuevo partido político, que sepa distanciarse de la férrea división mundial entre capitalismo y socialismo y opte por otros modelos sociales, donde sin negar el aporte de las empresas y la iniciativa privada, entiendan su responsabilidad social, al comprometerse con un modelo alternativo como lo han venido haciendo los países desarrollados del Báltico, aceptando e implantando una visión socialdemócrata del desarrollo.
El gran desafío que enfrentamos los colombianos es ser capaces de encontrar las claves de nuestro desarrollo para superar la miseria y la pobreza que han sido en ultimas, las generadoras de toda la violencia y el desajuste institucional que hemos padecido. Esperemos que la cordura y la inteligencia de los protagonistas nos ayuden en este auténtico compromiso.
Alonso Ojeda Awad
Ex Embajador de Colombia en Europa
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