Por una carretera sin pavimentar en medio de las majestuosas montañas de la cordillera central, comenzamos nuestro viaje hacia la vereda La Cominera, del municipio de Corinto. La belleza de sus paisajes contrasta con la pobreza en la que viven sus habitantes, quienes a diario tienen que transitar por esta improvisada vía para sacar sus productos al casco urbano.
En el camino, las banderas de la paz anuncian que estamos llegando a un terreno en donde sus habitantes anhelan que en Colombia se acabe la guerra.
Uno de los testigos del horror de la guerra que se ha vivido en esta zona es María Gilma Loaiza. Ella no olvida el sonido de las balas se escuchaban sin cesar.
Henry Danilo Rojas, es un hombre que ha trabajado toda su vida la tierra junto a su familia. Él perdió a su hermano, quién falleció por una bala perdida cuando se realizaba un hostigamiento.
Tanto María Gilma como Henry, comparten la esperanza que embarga a la comunidad de esta alejada vereda…imágenes de los rostros de los habitantes… de que el fin del conflicto armado lleve nuevas y mejores oportunidades, las mismas que la guerra les quitó.
La comunidad de la vereda La Cominera espera que el silenciamiento de los fusiles que traerá el cese el fuego, este acompañado de la construcción de justicia social, la misma que se les ha negado durante años.
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Pazífico Noticias
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