sábado, 5 de noviembre de 2016

Bancos cubanos de leche fomentan la lactancia en épocas difíciles

Ivet González

La donante Aliana Martínez atraviesa el laberinto de escaleras y pasillos que llevan hasta el único Banco de Leche Humana (BLH) de esta capital de Cuba, un centro que capta donaciones, pasteuriza, controla la calidad y distribuye el alimento a bebés hospitalizados.



Martínez, de 30 años, tuvo a su primer hijo hace poco más de un mes en el Hospital Materno Infantil “10 de octubre”, en cuya azotea se encuentra el banco “Fuente de vida”. Su pequeño nació con bajo peso y presentó algunas complicaciones. “Estamos esperando el resultado de un examen para irnos a casa”, dijo a IPS la madre primeriza.“De manera general, los bancos han contribuido a mejorar los indicadores de supervivencia de bebés bajos de peso y operados”: Roberto Álvarez Fumero.


“Antes no tenía conocimiento sobre los bancos de leche”, compartió la ingeniera en telecomunicaciones, antes de hacer su novena donación. “Mi hijo recibió leche de aquí los primeros días de nacido porque yo no tenía y ahora comparto la que me queda luego de alimentarlo”, indicó.


Con cuidado, Martínez lava sus senos, se cubre el cabello, la nariz y la boca con prendas esterilizadas y se pone la bata de diseño especial para la comodidad de la donante y para evitar contaminaciones. “Vivo muy lejos, por eso no podré donar más después que nos vayamos del hospital”, lamentó.


La red cubana de BLH comenzó a articularse en 2005 gracias a un proyecto de transferencia de tecnología de Brasil, el líder de Latinoamérica en esta área, y el financiamiento de agencias de la Organización de las Naciones Unidas y fundaciones. Incluye la capacitación del personal local y la adquisición de equipamiento.


En 2005, solo 32 recién nacidos fueron beneficiados con leche humana pasteurizada porque no existía ningún centro para este fin en esta isla caribeña. Esa cifra fue creciendo luego de que en 2011 operaran los primeros seis bancos. El pasado año, 1.277 niños y niñas recibieron este alimento.


“Procesamos la leche necesaria para atender las necesidades de los niños críticos y bajo peso del hospital”, indicó la enfermera Asunción Tellez, quien ordeña y pasteuriza en “Fuente de vida”. “Hemos tenido algunos sobrantes para otros hospitales, pero produciríamos más con mejor transporte para recolectar en las comunidades”, dijo.


Hoy funcionan nueve BLH en igual número de provincias cubanas: Pinar del Río, La Habana, Sancti Spíritus, Camagüey, Las Tunas, Granma, Holguín, Santiago de Cuba y Guantánamo. Y las autoridades sanitarias planean habilitar hasta 2018 otros dos, en Matanzas y Cienfuegos.


“No creo que todas las provincias requieran de un banco de leche humana, pero desarrollaremos más en la medida de la disponibilidad económica del país y la continuidad del proyecto”, informó Roberto Álvarez Fumero, jefe del Departamento Materno Infantil del Ministerio de Salud Pública, en diálogo con IPS.


Cada una de estas instalaciones cuesta 71.739 dólares, lo que cubre la formación del personal y la compra de equipamiento, mobiliario e insumos de laboratorio.


Fumero, como se le conoce en el gremio, indicó que para habilitar un banco se prioriza a las provincias con alta prevalencia de la anemia en menores de cinco años y a las que dispongan de hospitales con servicios de cirugía neonatal y atención a recién nacidos con pesos menores a 1,5 kilogramos.


“La lactancia materna exclusiva y su iniciación inmediatamente después del parto es fundamental para prevenir la anemia”, explicó el pediatra.


“Y los niños intervenidos quirúrgicamente por anomalías congénitas, prematuros o con muy bajo peso, entre otros casos graves, no podían continuar lactando al tener que separarlos de sus madres”, detalló el especialista, sobre el grupo más beneficiado con el procesamiento de leche humana.


Los bancos se abastecen de las entregas de madres hospitalizadas y en las comunidades adonde llegan con 26 puntos de recolección. A estas últimas se les realiza el ordeño en sus hogares y la leche se traslada al banco mediante un sistema de transporte con termos refrigerados que garantizan su conservación.


“De manera general, los bancos han contribuido a mejorar los indicadores de supervivencia de bebés bajos de peso y operados”, aseguró Fumero.


El pediatra precisó que la mortalidad neonatal precoz bajó de 1,7 en 2010 a 1,5 en 2014; la supervivencia del recién nacido de 1,5 kilogramos se elevó de 87 por ciento en 2010 a 92 por ciento en 2014, y la supervivencia del recién nacido intervenido quirúrgicamente creció hasta 95 por ciento.


En 2015, Cuba pasteurizó 526,9 litros de leche aportados por 2.996 donantes, que cumplieron con los requisitos de estar sanas, bien nutridas y tener sobrantes después de lactar a sus hijos. Esta nación del caribe insular, de 11,2 millones de habitantes, registró 125.064 nacidos vivos en 2015.


El modelo regional y hasta mundial es Brasil, que cuenta con una consolidada red de 213 BLH con una tecnología propia, que en 2015 distribuyó 138.588 litros a 172.424 receptores. Ese país sudamericano, de 208,8 millones de habitantes, registra casi tres millones de nacidos vivos cada año.


“Como en el resto del mundo, los bancos cubanos también se dedican a promover la lactancia materna”, apuntó Fumero. “Es probable que, en 2017, Cuba instrumente el código internacional de lactancia materna, que conllevará a combatir con todas la fuerzas a las otras leches”, detalló.


A pesar de programas especiales para incentivar el amamantamiento exclusivo durante los primeros seis meses de vida, el ramo sanitario registra un descenso que califica de preocupante.


En 2014, alrededor de 87 por ciento de los bebés eran alimentados al nacer exclusivamente con el pecho de sus madres, mientras apenas 33 por ciento tomaban solo leche materna al sexto mes de vida. En ese último indicador, “disminuimos de 49 por ciento registrado en 2010”, apuntó el doctor.


Cuba aspira a que 60 por ciento de los bebés se alimenten con leche materna exclusiva durante el primer medio año de vida.


Para lograr esa meta, numerosos especialistas observan obstáculos como el abuso por parte de las familias de sucedáneos de la leche, y recomiendan fortalecer la preparación del personal de salud para asesorar bien sobre lactancia, brindar orientaciones más específicas a las madres estudiantes y trabajadoras, así como elevar la débil corresponsabilidad paterna.


El neonatólogo Reinaldo Pérez, que trabaja en el Hospital Materno Infantil “10 de octubre”, con casi 5.000 nacimientos al año, aseguró que la legislación cubana protege y establece normas para la lactancia en todos los casos. “Todo está regulado pero no se cumple a cabalidad en la práctica”, lamentó.


A su juicio, las madres que estudian o trabajan pueden separarse a ratos de los hijos sin necesidad de abandonar la lactancia. “Está regulado que las administraciones estatales y privadas creen las condiciones para que la madre lacte. También pueden extraerse leche y que las nanas se las den al bebé”, puso como ejemplo.


La red cubana de BLH realiza acciones de promoción en la prensa, casi toda estatal, y las comunidades. De 2005 a 2015, asistió en lactancia materna a 7.784 mujeres.


Gráfica: Pie de foto.- Roberto Álvarez Fumero, jefe del Departamento Materno Infantil del Ministerio de Salud Pública, es un convencido de los beneficios de la lactancia materna para prevenir enfermedades en las edades temprana. Foto: Jorge Luis Baños/ IPS








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