jueves, 3 de noviembre de 2016

Candidato a la gobernación de La Guajira. Lucho, el médico que da la cara

Semanario Voz



    La Guajira se juega su suerte el próximo 6 de noviembre en las elecciones atípicas a la Gobernación. Seguir la corrupción o hacer un cambio.



Es un médico, fue viceministro de salud y ministro encargado. Lucho Gómez, fue guerrillero del M-19 y un convencido de sacar adelante el departamento con los mayores índices de inequidad social y que padece la mayor de las tragedias: la muerte de los niños indigentes por hambre. Lucho está convencido que la salud pública de los colombianos es un problema de ciencia social; científica porque allí es donde se preserva la vida del ciudadano. Dice que es más importante un acueducto que una tonelada de antidiarreicos. Él representa la candidatura alternativa, inscrita por la Unión Patriótica, pretende derrotar las mafias electorales que se disputan el erario del departamento cada cuatro años. Los herederos de Kiko Gómez, Oneida Pinto y otros tantos hoy se esconden para hacer política y aspiran a llegar a la gobernación con su clientela, contratos y compra de votos. Lucho es el candidato que sale a la calle a buscar el favor de los guajiros para trasformar el departamento.


–¿Cuál es la razón fundamental para emprender una campaña a la Gobernación de su departamento?


–Es el primer proceso electoral después de la firma de la paz entre el Gobierno nacional y las FARC-EP en La Habana, entonces esta elección a la Gobernación de La Guajira es la inauguración de un proceso en un ambiente de cambios y de paz. La participación de la Unión Patriótica es justamente eso: reafirmar la esperanza de la vida y la construcción de un mejor país sin temor.


–¿Cómo es la candidatura de Lucho?


–Somos la candidatura que representa la renovación del departamento, en términos administrativos nuestra campaña se empeña en la recuperación de la ética en el manejo de lo público, respeto al patrimonio de los ciudadanos, la ética respecto a los recursos del departamento, ética frente a la contratación con transparencia y reconocer los derechos colectivos. Las demás candidaturas son un atentado contra la democracia.


–La clase política de La Guajira se ha caracterizado por estar inmersa en sonados escándalos, pero además porque el departamento parece tener un sentencia de “pacto nacional” en donde dos grupos políticos se reparten el botín de la administración. ¿Cómo derrotar eso?


–Hay que retomar el camino de 1991, cuando una candidatura alternativa era electa pero se frustró todo en la primera hora de la madrugada y nos raparon de la mano la decisión soberana del pueblo. Retomar el camino de 1994 que adelantamos, con un movimiento político de unidad, una campaña en la que logramos juntarnos con la tesis política casi que elemental: ser los representantes de interés del pueblo de a pie y tener la cercanía suficiente para entender lo que aspiraban esos ciudadanos de sus gobernantes. En aquella oportunidad despertamos el interés del proceso electoral pero sobre todo le despertamos la confianza a los electores para que se sumaran a una candidatura alternativa. Hoy nosotros estamos trabajando en una campaña muy personalizada y de círculos sociales.


–¿Se mantiene la crisis en la política en el departamento?


–Tenemos la ventaja que la crisis política y de gobernabilidad de quienes han estado rotándose la gobernación y los cargos públicos, que son nuestros contradictores, la gente los califica de desvergonzados porque hacen una campaña a escondidas. Vemos por las calles a esos candidatos metidos en camionetas porque les da vergüenza mostrar sus caras. Y cómo no, si es que son los mismos de siempre que han sumido al departamento en una crisis total. Nosotros damos la cara a los ciudadanos. Podemos aclarar la diferencia que hay entre la política que ellos representan y lo que somos nosotros. No es fácil, la gente tiende a decir que todos somos iguales y eso nos redobla el trabajo porque hay que diferenciarnos de ellos. Pero es normal que suceda eso porque lo que hemos encontrado es que hay un resentimiento fruto de la frustración de la gente con la clase política tradicional del departamento.


–¿Una propuesta central de su programa de gobierno?


–Educación: salvar la Universidad de la Guajira y empujar una nueva generación de educadores en todo nivel para el departamento. Incrementar la inversión en la mujer para reducir la tasa de mortalidad infantil. Juntar educación y mujer y encontramos una formula exacta para reducir la muerte de nuestros niños. El tema de desnutrición lo atacaremos con un programa de alimentación que involucre a la mujer y que sea integral frente a todas las acciones de la gobernación. En el tema ético la inversión sobre la mujer es muy importante. Vamos a impulsar educación desde la madre generadora de educación.


–Hay una tendencia política atípica en estas elecciones: el voto en blanco. ¿Qué opinión tiene frente a eso?


–Nosotros creemos que lo del voto en blanco está impulsándose por muchos sectores, incluso de opiniones fuera del departamento. He dicho que es un error y un distractor de algunos sectores que le harán el camino más fácil a la “democracia clientelar” que está detrás de esas campañas tradicionales y que no le permitirá a campañas alternativas y transformadoras asumir las riendas del departamento. Ojalá atiendan esos sectores los llamados de sensatez y construyamos los puentes de unidad suficientes para ganarle la batalla a esa clase política tradicional.





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