Palestina Libre
El Tratado de Libre Comercio entre Colombia e Israel brindará pocos beneficios a la economía colombiana. Además, de aprobarlo el Congreso, se apoyará la ocupación ilegal de Palestina y las violaciones al derecho internacional por parte de Israel.
Muchos países en el mundo, como una muestra de sus principios democráticos, vinculan de manera clara la firma de acuerdos comerciales con otros países al cumplimiento de los derechos humanos y las libertades fundamentales, así como a los propósitos y objetivos de las Naciones Unidas.
El TLC de Colombia con Israel, que en ésta legislatura que terminó (la primera de 2016) surtió los primeros debates en el Congreso para su aprobación final, ignora las exigencias del derecho internacional y del derecho internacional humanitario contra un infame abusador en serie de estas regulaciones como lo es el Estado de Israel, porque legitima los asentamientos ilegales de israelíes en territorio palestino (declarados así por resoluciones de las Naciones Unidas) y apoya a empresas involucradas en crímenes de guerra y en actividades ilegales mediante el acceso al comercio preferencial.
Este TLC no tiene previsto que Colombia interponga alguna limitación para que los productos elaborados en los asentamientos ilegales en Cisjordania y del Este de Jerusalén (que son territorios palestinos) se beneficien del TLC como si fueran productos “Hechos en Israel”, cuando no lo son.
Al contrario, dará su apoyo económico a Israel e indirectamente le prestará ayuda y asistencia a la situación creada por el muro de apartheid que ha construido en Palestina (también declarado ilegal por la Corte Internacional de Justicia de la Haya, CIJ) y beneficiará directamente a las empresas que se están lucrando del muro y del apartheid.
De esta manera, Colombia corre el riesgo de ponerse al margen de la ley internacional, al negarse a cumplir con su obligación de garantizar el respeto al IV Convenio de Ginebra y a la decisión de la CIJ.
Los abusos israelíes a los derechos humanos han sido documentados por organizaciones palestinas, así como por observadores internacionales como el Relator Especial de Naciones Unidas, John Dugard.
Israel viola los derechos de los refugiados palestinos al no permitirles el regreso a sus tierras, específicamente el artículo 13 (2) de la Declaración de los Derechos Humanos y las resoluciones de la ONU que le piden que les permita retornar.
Los reparos de BDS Colombia
“Al ratificar este acuerdo -sostiene la expresión colombiana de la campaña global Boicot, Desinversión y Sanciones contra el Estado de Israel, BDS Colombia- no solo se verá perjudicado el pueblo colombiano, sino que también lo será el pueblo palestino. Las riquezas producidas por sus ventas permite al gobierno de Israel mantener la ocupación sobre el territorio palestino; mientas que es justamente gracias a dicha ocupación que se mantienen muchas de las empresas israelíes que exportan a Colombia, no solo por los beneficios de tener un mercado controlado, sino además por el hecho de que varias de ellas están dentro de los territorios ocupados”.
De las 312 empresas israelíes que exportaron sus productos a Colombia entre agosto de 2014 y agosto de 2015, al menos cuatro tienen sus sedes en territorios ocupados ilegalmente por Israel desde 1967. Asimismo, muchas otras empresas israelíes domiciliadas dentro de las fronteras del Estado de Israel tienen presencia en los territorios ocupados, sin que esto se reconozca públicamente, o se lucran de la ocupación de otra forma. Dicha ocupación, y concretamente el uso de los territorios ocupados para lucrarse, es completamente ilegal según el derecho internacional.
Colombia importa de Israel, sobre todo, armamento y otros productos de la industria militar (el 49,6 % del total, en 2010), que son elaborados y puestos a prueba por el ejército israelí en el contexto de las violaciones del derecho internacional, es decir, que los usa sistemática e ilegalmente contra la población civil palestina. Según un estudio realizado por el gobierno colombiano, dos de los tres rubros de las importaciones colombianas desde Israel sobre las cuales se proyectan aumentos importante serán aeronaves (principalmente militares) y armas (con un aumento del de 28,7 %). Estas importaciones de armamento irían en contravía de un nuevo escenario de paz en Colombia.
En general, este TLC es desfavorable para Colombia, porque el crecimiento de las exportaciones colombianas hacia Israel, según un estudio realizado por los gobiernos de los dos países, será mucho menor (2 %) que el de las exportaciones israelíes hacia Colombia; habrá muy poca posibilidad de que productos industriales colombianos compitan en el mercado de ese país. En el sector de las telecomunicaciones, Colombia se abrirá a las empresas israelíes, mientras que Israel se cierra a la participación de las colombianas en su mercado.
Adicionalmente, los exportadores colombianos se verán siempre superados por las importaciones desde Israel, de manera que el país tendrá una balanza comercial eternamente negativa, como ha sucedido con Estados Unidos a partir de la firma del TLC con ese país.
Aunque siempre se han presentado a los TLC como bendiciones económicas, la realidad ha evidenciado que en Colombia han servido para inundar el mercado interno de productos importados, ahogando la producción nacional y poniéndola a depender cada vez más de la fluctuación del precio del dólar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario