Al presidente Gustavo Petro, a la vicepresidenta Francia Márquez y al congreso de la República
Presidente de la República de Colombia Gustavo Petro Urrego
Vicepresidenta de la República de Colombia Francia Márquez Mina
Honorables Congresistas
Las personas privadas de la libertad, organizadas en el Movimiento Nacional Carcelario – MNC, nos dirigimos a ustedes para saludarles y felicitarles por las dignidades que ocuparán desde el próximo 7 de agosto y que les permitirán conducir de la mejor manera los destinos de las ciudadanas y ciudadanos de nuestra patria. Su llegada a la jefatura del gobierno y al Congreso nos llena de esperanzas en estos lugares de frío y de sombras.
Retomando las ideas planteadas de forma pública en un llamamiento que hicimos con el apoyo de nuestros familiares, organizaciones solidarias y de DD.HH. unos meses atrás, nuevamente nos dirigimos a ustedes, ya como Presidente, Vicepresidenta y Congresistas electos, para sumarnos en este triunfo de país y compartirles nuestra aspiración de que Colombia empiece a recorrer el camino de una transición democrática también en lo referido al sistema judicial, penitenciario y carcelario, para que sea un sistema que se ajuste a los estándares internacionales en materia de derechos humanos, que ponga en el centro la dignidad humana y apunte a una verdadero tratamiento resocializador, transformador, de las personas que tenemos el infortunio de haber perdido nuestras libertades. Consideramos que igualmente merece una revisión la larga práctica de la prisión política en nuestro país.
Las personas privadas de la libertad somos ciudadanas y ciudadanos, somos pueblo tras las rejas. Muchos/as estamos hoy en una cárcel por delitos asociados a nuestra situación de pobreza, exclusión y del largo abandono del Estado, somos los y las nadies en el encierro; muchas otras son inocentes y buscan justicia para probarlo; otras tantas equivocaron su camino; y otras pagan con su libertad el haberse levantado contra el Estado bien sea con su pensamiento, con el ejercicio de la protesta social o la lucha insurgente. Pero todas las personas privadas de la libertad aspiramos a tener otra oportunidad de vida en una Colombia más justa, la Colombia de la paz integral.
Tradicionalmente desde el Estado se ha abordado el tema judicial, de política criminal, penitenciaria y carcelaria sin una mirada holística de los fenómenos sociales, priorizando el castigo a la prevención y desentendiéndose de la responsabilidad Estatal frente al incumplimiento de sus obligaciones en materia social con sus ciudadanas y ciudadanos. Desde el Congreso se ha legislado para la creación de nuevos tipos penales, el agravamiento de las penas y la construcción de nuevas mega prisiones, fortaleciendo un sistema penal fundado en una visión vindicativa, del ‘derecho penal del enemigo’, contraria a un ejercicio de la justicia, del sistema penal y de una política criminal respetuosos de la dignidad humana y de las garantías en materia procesal y de los derechos humanos fundamentales para las personas privadas de la libertad.
Es por ello que necesitamos de un nuevo gobierno comprometido con una salida humanista a la crisis estructural del sistema judicial, penitenciario y carcelario para un país verdaderamente democrático.
Desde el Movimiento Nacional Carcelario – MNC, hemos venido construyendo una plataforma de 8 puntos relacionados con nuestras condiciones cotidianas de vida y las más estructurales del sistema penitenciario y carcelario: rebajas de penas; garantías procesales, subrogados penales y beneficios administrativos; justicia restaurativa en lugar de una justicia de castigo; revisión de la extradición y repatriación por temas humanitarios y de soberanía; amnistías e indultos (C.N. Constitución Nacional, en su artículo 150, numeral 17); tratamiento acorde a las normas internacionales recomendadas para la población reclusa en cuanto a resocialización; infraestructura, salud, alimentación. Es una plataforma que apunta a la defensa de nuestra dignidad y derechos humanos en prisión y para que las condiciones carcelarias que han sido consideradas por la Corte Constitucional como ‘un estado de cosas inconstitucional’, sean por fin superadas.
La crítica situación carcelaria, que arriba hemos expuesto, ha sido corroborada justo la madrugada de hoy con los lamentables hechos ocurridos en la cárcel de Tuluá en el Valle del Cauca que deja al menos 51 vidas cegadas y muchas otras que se debaten entre la vida y la muerte, razón por la cual le solicitamos al nuevo gobierno decretar una Estado de Emergencia Carcelaria. Las y los nadies tras las rejas, le solicitamos al que dirijan la mirada hacia las cárceles y tomen las medidas para superar esta sistemática crisis que nos sume a nosotros/as y a nuestras familias en la desesperanza.
Les convocamos Presidente Petro y Vicepresidenta Francia, y Honorables Congresistas, para que se reúnan con nosotros/as en una Mesa Nacional Carcelaria, para que intercambien con las y los internos delegados del Movimiento Nacional Carcelario, de los comités de DD.HH. y de los Comités de paz y Convivencia, con el acompañamiento de delegados de las asociaciones de familiares y organizaciones defensoras de los derechos humanos de las personas privadas de la libertad, para que puedan escucharnos y conocer en detalle los puntos de nuestra plataforma y puedan verificar ´in situ´ las condiciones de indignidad en la que transcurren nuestras vidas en prisión y para que entre todas y todos pensemos en las salidas humanistas necesarias.
Aprovechamos para enviar nuestro pésame y solidaridad moral a las familias de los internos que murieron calcinados y de los heridos. Un abrazo de solidaridad a nuestros compañeros de prisión que hoy luchan por salvar sus vidas.
Personas Privadas de la Libertad de las Cárceles de Colombia MOVIMIENTO NACIONAL CARCELARIO
Junio, 28 de 2022
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