Por Natalia Vinasco
Para la concejal Patricia Molina la prisa del alcalde Maurice Armitage por desalojar a las familias que habitan el jarillón del Río Cauca nada tiene que ver con el supuesto riesgo de inundación que hay en Cali, sino con sus intereses en lo que se convertiría en un millonario negocio.
La cabildante criticó la actitud del mandatario ante los pocos medios de comunicación que se atreven a cuestionar los evidentes abusos que se están cometiendo en el jarillón.
Mientras las familias del jarillón son desalojadas de sus viviendas, el Alcalde insistirá en negar las evidencias manejando a Cali como su empresa y a los periodistas, como sus empleados.
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