domingo, 23 de octubre de 2016

Peligro en la refinería de Cartagena por la compra de tecnología de segunda

Prensa USO

Después de las múltiples denuncias de la Unión Sindical Obrera ante evidentes irregularidades en la tecnología de la refinería de Cartagena, llamada la “más moderna de Latinoamérica”, se están registrando problemas por la calidad de esta tecnología.



Una de estas anomalías es la presencia de H2S (sulfuro de hidrógeno) en los productos terminados que llegan a los carrotanques. Este es un gas letal, que en pequeñas cantidades puede ocasionar a quienes se expongan a él nauseas, dolores de cabeza, mareo, pérdida de la fuerza; y en exposiciones superiores, desde daños neurológicos hasta la muerte.


“Es una situación bastante peligrosa la que se tiene en la refinería. Los compañeros de Junta Nacional han hecho denuncias sobre los problemas que están teniendo las plantas de proceso, las hidrotratadoras, las de alquilación, dado que el diseño que se contrató y que costó tanta plata no es tan de punta como decían. Y nosotros los obreros, somos lo que al final ponemos los muertos o los afectados”, expuso Juan Ramírez, directivo de la USO Cartagena.


En respuesta, el sindicato primero está poniendo sobre alerta a los trabajadores, informando, previniéndolos y creando conciencia que no solo es importante el trabajo, sino la vida.


“Nosotros no podemos permitir estas exposiciones y realizar operaciones que atenten contra nuestra seguridad y nuestra vida. En el tema de gestión, hemos hecho varias denuncias por correo y hemos solicitado a los departamentos que generen los incidentes propios. Hemos buscado la ayuda con el Comité Paritario de Salud Ocupacional, y ellos también están haciendo un trabajo”, agregó Ramírez.


El sindicato ha establecido acercamientos con el Ministerio del Trabajo. En la refinería, por ser tan moderna, existen algunos procesos que no han sido estudiados por el organismo de control nacional. Entonces, es importante que conozcan y emitan sus conceptos, para que los trabajadores puedan cumplir su trabajo con seguridad.


En este momento, se contempla si es necesario apagar las unidades para que no se repita lo que sucedió en agosto del 2013, cuando se operó la unidad de cracking por debajo de los estándares y falleció un trabajador, Tobías Franco, y Mario Oliveros perdió la capacidad laboral.





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