Representantes de la Federacion Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya (Fenalce) asistieron a la actividad realizada por el candidato presidencial Gustavo Petro y le entregaron una propuesta que permitirá fortalecer la seguridad alimentaria del país.
En el documento citan que, de acuerdo con la Unidad de Planeación Rural Agropecuaria (UPRA), el país cuenta con -aproximadamente- 16 millones de hectáreas en clima cálido aptas para el cultivo del maíz y tan solo se siembran 400.000 hectáreas por año. Sostienen que Colombia podría sustituir el total de las importaciones de maíz si se sembraran 430.000 hectáreas en cada semestre agrícola (860.000. hectáreas-año), repartidas en los dos semestres agrícolas, con una productividad de 7 toneladas/ha/semestre. “Con un hectareaje similar se lograría la autosuficiencia en soya (430.000 hectáreas cada semestre agrícola)”
En este sentido proponen priorizar una política de producción y abastecimiento local de alimentos, hasta alcanzar seguridad y soberanía alimentaria, cambiando la política comercial de apertura unilateral que ha imperado en los últimos 30 años .
“Se debe apostar como país a los cultivos agroalimentarios de ciclo corto para asegurar la producción de comida, generar empleo rural y dinamizar la economía familiar y comunitaria. Hay que sustituir el modelo agroimportador de comida por una política de susttución competitiva de importaciones que favorezca e incentive al productor local de culivos agroalimenticios, haciendo que la producción de comida vuelva a ser una actividad rentable y competitiva, con la responsabilidad social de producir alimentos cada vez más frescos, sanos y nutivos, como un compromiso con el consumidor colombiano y una contribución para una mejor salubridad pública, en beneficio de todos nuestros compatriotas”, dice el comunicado.
Añaden que para crecer en la producción de alímentos se hace necesario un plan nacional de inversión en infraestructura de postcosecha, focalizado a dotar los distritos agroalimentarios y principales zonas productoras. Complementariamente, facilitar el acceso al crédito a los productores que deseen invertir en esta infraestructura, con incentivos como el ICR del 50% o irrigar créditos con tasas baratas que estimulen a los micro, pequeños y medianos productores agrícolas a la formación de alianzas público-privadas para hacerse a esta infraestructura productiva a través de asociaciones, cooperativas, emprendimientos y encadenamientos productivos de mediano y largo plazo.
“Solo de esta manera se logrará romper la estacionalidad de las cosechas, y que los granos básicos dejen de manejarse como productos perecederos, el disponer de grano seco en las condiciones que lo exige el mercado y el establecer cadenas de suministro sostenibles con la industria, a mediano y largo plazo, para recuperar los mercados pecuarios que se perdieron durante la política comercial aperturista”, prosigue Fenalce.
Otra propuesta consiste en crédito de fomento para la actualización tecnológica del productor agrícola, así como fondear con recursos suficientes el Fondo Nacional de Extensión Agropecuaria.
Fuente: Chica noticias.com
En el documento citan que, de acuerdo con la Unidad de Planeación Rural Agropecuaria (UPRA), el país cuenta con -aproximadamente- 16 millones de hectáreas en clima cálido aptas para el cultivo del maíz y tan solo se siembran 400.000 hectáreas por año. Sostienen que Colombia podría sustituir el total de las importaciones de maíz si se sembraran 430.000 hectáreas en cada semestre agrícola (860.000. hectáreas-año), repartidas en los dos semestres agrícolas, con una productividad de 7 toneladas/ha/semestre. “Con un hectareaje similar se lograría la autosuficiencia en soya (430.000 hectáreas cada semestre agrícola)”
En este sentido proponen priorizar una política de producción y abastecimiento local de alimentos, hasta alcanzar seguridad y soberanía alimentaria, cambiando la política comercial de apertura unilateral que ha imperado en los últimos 30 años .
“Se debe apostar como país a los cultivos agroalimentarios de ciclo corto para asegurar la producción de comida, generar empleo rural y dinamizar la economía familiar y comunitaria. Hay que sustituir el modelo agroimportador de comida por una política de susttución competitiva de importaciones que favorezca e incentive al productor local de culivos agroalimenticios, haciendo que la producción de comida vuelva a ser una actividad rentable y competitiva, con la responsabilidad social de producir alimentos cada vez más frescos, sanos y nutivos, como un compromiso con el consumidor colombiano y una contribución para una mejor salubridad pública, en beneficio de todos nuestros compatriotas”, dice el comunicado.
Añaden que para crecer en la producción de alímentos se hace necesario un plan nacional de inversión en infraestructura de postcosecha, focalizado a dotar los distritos agroalimentarios y principales zonas productoras. Complementariamente, facilitar el acceso al crédito a los productores que deseen invertir en esta infraestructura, con incentivos como el ICR del 50% o irrigar créditos con tasas baratas que estimulen a los micro, pequeños y medianos productores agrícolas a la formación de alianzas público-privadas para hacerse a esta infraestructura productiva a través de asociaciones, cooperativas, emprendimientos y encadenamientos productivos de mediano y largo plazo.
“Solo de esta manera se logrará romper la estacionalidad de las cosechas, y que los granos básicos dejen de manejarse como productos perecederos, el disponer de grano seco en las condiciones que lo exige el mercado y el establecer cadenas de suministro sostenibles con la industria, a mediano y largo plazo, para recuperar los mercados pecuarios que se perdieron durante la política comercial aperturista”, prosigue Fenalce.
Otra propuesta consiste en crédito de fomento para la actualización tecnológica del productor agrícola, así como fondear con recursos suficientes el Fondo Nacional de Extensión Agropecuaria.
Fuente: Chica noticias.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario